La ley 26.743,  de Identidad de Género fue sancionada, el 9 Mayo de 2012 y fue una de las pioneras en el mundo en otorgar a toda persona el derecho a adecuar toda su documentación al sexo, imagen y nombre de pila que desee, sin necesidad de recurrir a la Justicia. Ordena que todos los tratamientos médicos de adecuación a la expresión de género sean incluidos en el Plan Médico Obligatorio, lo que garantiza una cobertura de las prácticas en todo el sistema de salud, tanto público, como privado

A propósito de la identidad, este es el relato de  dos casos, en los que Argentina ha sido pionera en sus decisiones en el mundo.

LULU: (no es su nombre real)

Lulú nació con genitales masculinos como su hermano mellizo y los padres le pusieron Manuel. HOY TIENE 7 AÑOS.

Desde que pudo hablar, al año y medio de vida, LA MAMA  dice que repetía: “Yo, nena”, “yo, princesa”, y a ponerse ropa de ella y pedir muñecas para jugar. “A los cuatro años eligió un nombre femenino y pidió que se la  llamara por ese nombre. “Yo no soy un nene. Soy una nena y me llamo Lulú”. Tenía cuatro años recién cumplidos.

La psicóloga que la atendía en ese momento le imponía una terapia correctiva de reafirmación del género masculino. Manuel ahora Lulú, comenzó a hundirse el pene para hacerlo desaparecer, se golpeaba la cabeza, comenzó a perder el pelo  y a tener deficiente rendimiento en el jardín.
Desesperada por el comportamiento de su hijo, pidió ayuda a la Comunidad Homosexual Argentina, que la derivó a un equipo de especialistas en salud mental que tras varios encuentros con la familia aconsejaron aceptar a "Lulú”.

Tras la sanción de la ley de identidad de género en mayo de 2012, la madre solicitó al Registro Civil un nuevo documento, pero se lo negaron aduciendo que era demasiado pequeño para tomar una decisión sobre su identidad.

La ley de Identidad de género, sancionada en 2012, por la cual toda persona tiene derecho al reconocimiento de su identidad tal como la siente.

En septiembre de 2013,   el  Gobierno de la provincia de Buenos Aires   autorizó, que EL niño de 6 años pudiese  cambiar de sexo  en su documento nacional de identidad (DNI), sin necesidad de pasar por un proceso judicial.

 Su caso marcó  un antes y un después en Argentina y TAMBIÉN EN EL MUNDO ya que  se hizo ,sin intervención de la justicia, sino a través de un proceso administrativo gubernamental,  con dictamen positivo de la Secretaria Nacional de la niñez, adolescencia y familia (senaf).

El mandatario provincial autorizó el trámite tras respaldarse en la ley de identidad de género que se había sancionado en argentina  y establece que las personas transexuales, travestis o transgenero  pueden inscribirse con el nombre y el sexo que elijan.

En varias instancias previas se le HABIA NEGADO a la madre la rectificación del DNI, con el argumento de que la niña era menor de 14 años y no tenía capacidad de decidir por sí sola.
 Sin embargo, la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia dejó sin efecto esa argumentación y en un dictamen aseguró que los niños tienen "capacidad progresiva para dar su consentimiento. En este caso no hubo operación, solo cambio de identidad.

NATY:
La provincia de Córdoba, en este caso a través de la justicia y aun sin estar la ley de identidad de género, hace muchos años (2007) no solo autorizo el cambio de D. N.I, sino que autorizo una operación solventada por el Estado, que se realizo en Buenos Aires y a través de la que se cambio el sexo y también fue el primer caso en el mundo de un menor de edad.

Diez años transcurrieron desde que Nati, junto a sus padres, decidieron comenzar a transformar el cuerpo masculino que había nacido en la mujer que ella no tenía duda de ser. Los informes de psi­cólogos, psiquiatras, sexólogos y médicos en general eran determinantes y coincidentes: padecía de un síndrome conocido como “disforia de género”( conflicto entre el sexo físico de una persona y el sexo con el que ésta se identifica. Por ejemplo, una persona que físicamente es un varón puede realmente sentirse y actuar como una mujer. La persona está muy incómoda con el sexo con el que nació).

Fue según dicen los entendidos,   la primera vez en el mundo que un matrimonio pedía  autorización para que se realizara un “cambio de sexo” a un  hijo menor de edad. Le llevó casi tres años a la familia conseguir que la Justicia atendiera su pedido.

Recordemos que  en 2003,  los padres de Nati, médicos, convencidos que padece disforia de género, comienzan a darle hormonas para que la virilidad no siga avanzando en su cuerpo. Ante la crisis emocional de su hija, en 2004 concurren a la justicia y en 2006,  El Superior Tribunal de Justicia de la Provincia le ordena a los tribunales de Villa Dolores tratar el caso, ante la advertencia de los especialistas que  la vida de la adolescente estaba en peligro por  sus crisis emocionales.
En 2007,  Un Comité Consultivo y Bioético creado a instancias del Poder Judicial de ­Córdoba recomienda la adecuación física y legal de Nati y en 2007, El juez Álvarez ordena la cirugía y un nuevo DNI. Apross, obra social a la que pertenece la madre de Nati, decide cubrir los gastos de la cirugía.

En 2009, la familia decidió radicarse en España, para evitar cualquier tipo de mirada acusadora de la comunidad. Este año, Nati, regresó a la Argentina, es artista plástica, y su  mayor anhelo es ser actriz.  Tiene 23 años y recuerda que su  disforia de género había convertido su vida en un Calvario.