Los votantes de entre 16 y 24 años, franja que antes lideraba el candidato opositor, ahora se inclinan más por la presidenta, que saca ventaja en los sondeos.
La juventud brasileña le inyectó sangre nueva a la candidatura por la reelección de Dilma Rousseff. En la recta final de la campaña hacia el ballottage del próximo domingo, la presidenta creció en las intenciones de voto entre los votantes más jóvenes, de 16 a 24 años, la única franja etaria en la que hasta ahora lideraba con amplio margen el opositor socialdemócrata Aécio Neves.
De acuerdo con datos de la encuesta de Datafolha divulgada anteanoche, la candidata del oficialista Partido de los Trabajadores (PT) aumentó del 38 al 43% las preferencias dentro de los brasileños más jóvenes y quedó así técnicamente empatada con Aécio en este grupo de electores, donde el abanderado del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) redujo su respaldo de 47 a 46 por ciento.
Con esta significativa alza, ahora la presidenta está numéricamente al frente de Aécio, con el 52% de los votos válidos totales, frente al 48% del senador socialdemócrata. De cualquier manera, como el margen de error del sondeo es de dos puntos, todavía están dentro del terreno del empate técnico.
El apoyo de los votantes más jóvenes -que representa un 16% del electorado- ha sido uno de los más fluctuantes en esta campaña. Este segmento se declaró primero mayoritariamente a favor de Marina Silva, del Partido Socialista Brasileño (PSB). Y luego, cuando la ecologista quedó fuera de la contienda en la primera vuelta, se inclinó por Aécio, a quien la propia Marina también terminó respaldando públicamente.
En busca de estos votos, la campaña del PT se esforzó en las últimas semanas por conseguir que otros referentes políticos de los más jóvenes hicieran público su aval a Dilma. Así, primero se logró el apoyo del diputado estatal de Río de Janeiro Marcelo Freixo (Partido Socialismo y Libertad, PSOL), reconocido crítico de la violencia policial e impulsor de las protestas callejeras del año pasado. Luego, anteayer, la presidenta compartió un palco en San Pablo con el diputado federal Jean Wyllys (también del PSOL), único legislador abiertamente gay y ex vencedor del programa Big Brother Brasil.
"Sí, ella representa al gobierno actual, pero también fue rebelde durante su juventud y luchó por cambiar Brasil, con las armas y con la política", dijo a LA NACION el estudiante de medicina Diego Batista, de 21 años, que participó de las masivas manifestaciones del año pasado y votó por Marina Silva en la primera vuelta del 5 de octubre.
JOVIAL
El marketing petista reforzó el atractivo joven de la candidatura de Dilma, que incluyó en sus actos grandes imágenes de ella de la época en la que era líder estudiantil y guerrillera, y con un jovial jingle de campaña llamado "Corazón valiente".
Según la última encuesta de Datafolha, la presidenta también ganó respaldo entre las mujeres en las últimas semanas, sobre todo después de los primeros dos debates televisivos de esta etapa, en los que Aécio la acusó de "mentirosa", "liviana" e "ineficiente".
"Tiene que aprender a respetar a las mujeres", se quejó luego Dilma. Así, ahora, la presidenta subió de un 44% a un 46% en las intenciones de voto del electorado femenino, mientras que Aécio bajó del 42 al 41 por ciento.
DILMA APUNTA CONTRA EL PSDB
La presidenta Dilma Rousseff insistió ayer en responsabilizar al opositor Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) por los cortes en el suministro de agua en el estado de San Pablo. La baja récord en el nivel de las represas del distrito se produjo por la falta de lluvias que afecta a la región.
"El estado más rico de Brasil, San Pablo, no se preparó para la sequía", dijo Dilma, en referencia al gobierno estatal, en manos del PSDB, el partido de Aécio Neves, rival de la presidenta para el ballottage del próximo domingo. San Pablo es el mayor distrito electoral del país, y lo que allí suceda en las urnas podría determinar el resultado final de los comicios.(LANACION)