Tras su aplastante triunfo electoral, dijo que "el pueblo opinará" si debe presentarse otra vez en 2020.
Entusiasmado con el abrumador triunfo de más del 60% de los votos en las elecciones generales, el presidente boliviano, Evo Morales, dijo ayer que "el pueblo opinará" sobre una nueva reelección al finalizar su mandato, en 2020, una posibilidad que por ahora le niega la Constitución.
"¡Qué culpa tiene Evo si nos vota el pueblo!", agregó, en referencia a las acusaciones de autoritarismo y de la posibilidad de extender su permanencia en el cargo.
Luego del baño de multitudes que tuvo el presidente anteanoche en la plaza Murillo, frente a la casa de gobierno, dialogó ayer por más de una hora con la prensa local e internacional. Lo hizo en el Salón de los Espejos del Palacio Quemado, donde se sentó solo en un gran escritorio, con la bandera boliviana y también la multicolor whipala a sus espaldas. Sus ministros se asomaban de tanto en tanto por una puerta lateral, pero frente a las cámaras de todo el mundo nadie le robó el protagonismo excluyente a Evo, vestido como siempre con una chaqueta andina color marrón con bordados y camisa blanca. "Yo nunca usé corbata", dijo, y recordó las dificultades que eso le trajo cuando intentó ingresar como diputado electo al Congreso.
Sus respuestas a cada pregunta de la prensa fueron largas, duraron hasta diez minutos y se extendió en recuerdos de su infancia y de su pasado gremial. Pero, siempre en tono calmo, abordó desde la cuestión de la oposición y los refugiados políticos en el exterior ("Acá no hay ninguna persecución política. El que se escapa es un delincuente confeso") hasta los riesgos de tener una economía basada fundamentalmente en la extracción de materia prima, y reafirmó que sus principales enemigos son el neoliberalismo y el imperialismo norteamericano.
También les dedicó un espacio a las críticas de "autoritarismo" que recibe de parte de algunos miembros de la jerarquía católica boliviana, con quienes siempre tuvo una relación tensa.
"Me quejaré al papa Francisco, documentalmente", advirtió.
Los bolivianos amanecieron ayer con la certidumbre del triunfo del presidente, pero sin datos oficiales. El Tribunal Supremo Electoral advirtió que los cómputos se demoraron por "problemas técnicos" y atribuyó a supuestas amenazas de piratas informáticos y a problemas de logística el retraso en el recuento (ver aparte). Pero tanto el presidente como la oposición dieron por válidos los resultados de los sondeos a boca de urna de los medios privados, por lo que Evo habría obtenido más del 60%, seguido por el empresario de centroderecha Samuel Doria Medina con el 25% y el ex presidente también de centroderecha Jorge "Tuto" Quiroga, con el 9%.
En la conferencia de prensa Morales dijo también que su partido, el Movimiento al Socialismo (MAS), había obtenido los dos tercios de las bancas de la Asamblea Legislativa, una posibilidad que lo habilita para encarar una reforma de la Constitución aprobada en 2009 que impide la permanencia en el cargo presidencial por más de dos mandatos.
En su momento Morales logró que la Justicia diera por válida su postulación a un tercer mandato porque su gestión 2005-2009 era anterior a la Constitución y al nacimiento del Estado Plurinacional de Bolivia.
Con una pícara ingenuidad, ayer dijo: "No había pensado [en la reelección], ahora estoy pensando en planificar los cinco años de gobierno''.
"Los opositores han dicho que no permitirán la reelección [pero] el pueblo opinará y decidirá... El pueblo sabe reconocer los resultados [de la gestión]. Estoy nueve años en el gobierno y sigo ganando con el 60%'', acotó.
Con respecto a las prioridades de su nuevo mandato, que comienza en enero, planteó la necesidad de superar la dependencia económica de la venta de gas natural a la Argentina y Brasil, que le reporta unos 6000 millones de dólares anuales. "No queremos ser un Estado dependiente de la extracción de materia prima, necesitamos dar el paso de la industrialización."
El salón que eligió Evo para recibir a la prensa tiene además un detalle particular: detrás del presidente y las banderas se veía un mapa del siglo XIX, los tiempos en que el país aún tenía salida al mar, un tema muy sensible entre los bolivianos, que en los boletines escolares llevan escrito el lema: "Por vocación patriótica debemos recuperar el mar".
Ante la consulta de periodistas chilenos, Evo Morales no descartó que al margen de la demanda que su gobierno presentó en la Corte Internacional de Justicia de La Haya pueda alcanzar una "solución bilateral" con el gobierno de Michelle Bachelet.(LANACION)