La firma argentina Bioceres y la francesa Florimond Desprez se aliaron para desarrollar variedades que puedan producir ante condiciones hídricas limitantes.
El trigo se prepara para un hito: en tres años, la Argentina y el resto de América latina contarán con el primer cereal transgénico del mundo con resistencia ante condiciones de sequía o de salinidad.
La firma argentina Bioceres, una empresa de productores que cuenta con 267 accionistas, y la firma Florimond Desprez, segunda en el mercado de trigo de Francia, formaron una nueva compañía, denominada Trigall Genetics, que será la responsable de desarrollar las variedades que contarán con la tecnología.
En realidad, la tecnología es el gen HB4, encontrado originariamente en girasol por la Universidad Nacional del Litoral y el Conicet, a la cual se sumó Bioceres en un esquema de colaboración. Se aguarda que en trigo la tecnología tenga un fuerte impacto en zonas más marginales para su producción justamente por disponibilidad hídrica. Por ensayos que se vinieron realizando en los últimos cuatro años, la expectativa es que se puedan obtener en esas condiciones entre 200 y 300 kilos más de trigo por hectárea.
Ante condiciones de sequía, la planta mantiene la fotosíntesis y aumenta su protección.
"Vamos a poner toda nuestra tecnología y germoplasma para poder desregular el primer trigo transgénico del mundo", expresó Federico Trucco, gerente general de Bioceres, empresa presidida por el productor Marcelo Carrique.
Philippe Lonnet, director de investigación de Florimond Desprez, destacó que el nuevo desarrollo para el trigo forma parte de la llamada biotecnología de segunda generación.
"Es una tecnología de segunda generación. No es la clásica de resistencia a herbicidas o insectos. Apunta a aumentar la productividad en condiciones puntualmente de sequía y salinidad", señaló el directivo francés.
Florimond Desprez factura por año unos 230 millones de euros y destina un 17% de ese monto para investigación y desarrollo.
Para el lanzamiento de las primeras variedades, que se conocerían en 2016, las empresas decidieron invertir unos 10 millones de dólares.
"El objetivo inmediato es llevar la tecnología a zonas de producción de la Argentina, pero también Uruguay, Paraguay y Brasil, que pasan a ser zonas de importancia para el trigo con esta tecnología", indicó François Desprez, presidente de la empresa francesa.
Alianza
El acuerdo entre la compañía argentina y la francesa, materializado a través de Trigal Genetics, es en principio específicamente para América latina. Además del impacto en el rendimiento en zonas marginales, la tecnología contribuye a un uso más eficiente del agua.
"Los kilos por hectárea son constantes con esta tecnología", apuntó el gerente general de Bioceres. "Este beneficio también se va a tener para los altos rendimientos", añadió.
"La tecnología HB4 permitirá un aumento de los rendimientos promedios del cultivo de entre 10 y 15%, sin afectar los techos de rendimiento en condiciones de alta productividad", explican en la empresa.
Tanto en Bioceres como en Florimond Desprez subrayan que la alianza se hizo porque comparten "la misma avidez".
"Ellos [por la firma francesa] tiene la misma avidez que nosotros para traer cosas nuevas al mercado, con innovación constante", dijo Trucco. "Reconocemos a Bioceres como empresa constituida por productores y puede observar las necesidades de los productores", añadió François Desprez.
El año pasado Bioceres cerró un acuerdo con la firma estadounidense Arcadia Biosciences para lanzar la resistencia a sequía en soja. Por otra parte, licenció a Advanta para el uso de la tecnología en sorgo, algodón, arroz y caña de azúcar.