Salvo que haya una sorpresa en los comicios del próximo domingo, tanto los postulantes de Pro, como de la UCR, el socialismo, el kirchnerismo y el Frente Renovador coinciden en que cualquier opción -Dilma Rousseff, Marina Silva e incluso Aécio Neves- serán presidentes "acordes" para la Argentina que se viene y muy accesibles al diálogo.

Para la mayoría de los candidatos presidenciales de todo el arco político argentino, los tres principales postulantes a la presidencia de Brasil representan, con algunos matices, una propuesta que no se aleja de un espacio de centro que evitará todo tipo de extremismos hacia la izquierda encarnizada o a la derecha reaccionaria. Algunos de los candidatos argentinos ya tuvieron contactos con sus colegas brasileños o con los equipos de campaña que los rodean. También varios de éstos compartieron foros en común en los últimos tiempos con la mirada puesta en el futuro inmediato que le depara al Mercosur.

Desde el macrismo, el secretario de Relaciones Internacionales de Pro, Diego Guelar, dijo a LA NACION que "los principales candidatos de Brasil representan diferentes versiones del centro político con el que coinciden en los lineamientos de Macri y no representan un riesgo para las futuras relaciones bilaterales". Incluso, Guelar cree que con la presidenta Rousseff, que está más cerca del kirchnerismo, se podrán establecer acuerdos básicos en el caso de que Macri llegue a la Presidencia. Es decir, no la ven a Dilma como una enemiga potencial.

             

El radical Ernesto Sanz tiene muy buen diálogo con el "lulismo" y Dilma a través de la Fundación Lula y con Aécio Neves llegó por medio de Sergio Fausto, que preside el Instituto Fernando Henrique Cardoso. Por este motivo, Jesús Rodríguez, que es uno de los referentes del candidato radical en temas internacionales, dijo a LA NACION que "la Argentina hoy no tiene política exterior, por lo que deberá reconstruir en lo inmediato la confianza con sus vecinos y los tres candidatos de Brasil son acordes para restablecer esos lazos en el futuro".

Desde el massismo, el especialista en política exterior del Frente Renovador, Sebastián Velesquen, consideró que Sergio Massa comparte preocupaciones en común por el futuro de la región, tanto con Marina Silva como con Dilma Rousseff. "Cualquier gobierno que tenga Brasil en lo inmediato va a generar una revisión del Mercosur que creemos necesaria", apuntó Velesquen.

Massa tiene muy buen diálogo con los referentes de Dilma y también había estado reunido el año pasado con Eduardo Campos, antes de que el líder del Partido Socialista Brasileño (PSB) y candidato presidencial falleciera en un accidente y dejara a Marina como su sucesora. A la vez, el referente del Frente Renovador mantiene un intercambio permanente con funcionarios de la administración actual de Brasil, contactos que heredó por haber sido jefe de Gabinete de Cristina Kirchner.

El sciolismo quizá sea el espacio del arco político argentino que menores problemas de aggiornamiento con el próximo presidente de Brasil tendrá. Daniel Scioli tiene muy buena relación con la presidenta Rousseff desde lo institucional. Su alineamiento al kirchnerismo le ofreció al gobernador bonaerense la posibilidad de compartir con Dilma muchos diálogos sobre el Mercosur y las relaciones bilaterales.

El ministro de Producción bonaerense, Cristian Breitenstein, es considerado casi un canciller en las sombras de Scioli y fue el que acercó al candidato presidencial del Frente para la Victoria con los referentes de Marina Silva y con los empresarios paulistas. Desde el sciolismo, evalúan que tanto las opciones de Dilma como las de Neves o Marina se ajustarán al "modelo de centro moderado" que busca el gobernador bonaerense para 2015.

Si bien el candidato socialista Hermes Binner está más vinculado con Marina Silva que con Dilma, el senador del PS Juan Carlos Zabalza opinó que "gane quien gane en Brasil habrá buena relación, y no se modificarán las ideas que hay para el Mercosur y la Argentina".

En definitiva, todos los candidatos presidenciales de la Argentina desean un Brasil más dialoguista y alineado al centro para el futuro que se vendrá en el país en 2015.(LANACION)