La mayoría de las veces que se debe rehabilitar al paciente en su salud bucodental, nos encontramos con que presenta una mala mordida (maloclusión) que no es la adecuada y ha provocado alteraciones y dolores en la articulación temporomandibular (ATM).


 El odontólogo Mario Cerioni explica que dicha  articulación puede presentar alteraciones y lesiones  en sus diferentes estructuras tales como desgaste de  la superficie ósea del tipo artrósico, con osteofitosis,  pérdida del tejido cartilaginoso que recubre la  superficie ósea tanto en el cóndilo de la zona que le  compete en su cavidad articular, comprimiendo  demás estructuras circundantes.

 A nivel articular se pueden presentar ruidos, luxación  del cóndilo de la mandíbula, con reducción o sin  reducción del menisco y estar perforado o deformado  en alguno de sus bordes, debido a la presión que  ejerce la maloclusión y el bruxismo dentario muchas  veces asociados, siendo potencialmente más  agresivos que si existen por separado.





La sintomatología del paciente puede ser: dolor muscular a nivel mandibular, temporal o más profundamente como el músculo pterigoideo externo. Se acompaña con la sensación de “cansancio mandibular”. El dolor de cabeza se asocia frecuentemente a los problemas cervicales íntimamente relacionados al bruxismo y la maloclusión.




La articulación puede presentar sinovitis muy dolorosa o molestia desagradable en la zona ligamentosa que se confunde normalmente con dolor de oídos. El desgaste dentario produce a su vez un acortamiento de la dimensión facial vertical produciendo un aplastamiento de la trompa de Eustaquio o faringotimpanica que provoca una disminución transitoria de la audición (apunamiento).

El tratamiento entonces (antes de corregir la maloclusión) debe orientarse a normalizar la articulación y devolverle funcionalidad, llevando la mandíbula a una posición más estable que permita seguir con la ausencia sintomatológica. Una vez desprogramada la mandíbula y eliminados los síntomas molestos se debe solucionar la maloclusión, a través de la ortodoncia.

 


El profesional de la Ortodoncia sostiene que la  mayoría de los pacientes con problemas de ATM  necesitan para completar el tratamiento una  armonización y ubicación correcta de las piezas  dentarias, para que la mandíbula pueda mantenerse  en esa posición lograda a través de la  desprogramación que se consiguió anteriormente y  mantenerla establemente en el tiempo. De esta  manera se logra terminar con los síntomas de dolor  de la ATM y también se logra corregir el problema  de estética; si presenta elementos dentarios  (dientes) dañados y la mala mordida, que permite  lograr la estabilidad y salud bucal.

 


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