Permitiría acelerar el diagnóstico e identificar el fármaco más conveniente
Se encuentra en estudio un test rápido para detectar tuberculosis a partir de la saliva del paciente y cuál es la droga más efectiva en ese caso en particular, informa un despacho del Servicio de Información Científica de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA (FCEN). "Antes, en el laboratorio, debíamos esperar de 12 a 16 horas para ver la señal deMycobacterium tuberculosis, ahora el mismo resultado lo tenemos en cinco horas", destaca Mariana Piuri, investigadora del Conicet en la FCEN sobre el método que viene estudiando desde hace ocho años, cuando comenzó la investigación en la Universidad de Pittsburgh, Estados Unidos.
El sistema, que aún requiere numerosas pruebas y promete ser más económico que el actual, utiliza virus que infectan a bacterias (fagos). Algunos de ellos atacan a la que produce la tuberculosis y que en 2012 causó 1,3 millones de muertes, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Piuri y su equipo introdujeron el gen de una proteína fluorescente en el fago, que cuando se pone en contacto con la bacteria de tuberculosis se enciende en un rojo muy llamativo. La misma prueba en desarrollo se usa para saber cuál es la mejor droga para combatir la cepa que afecta al paciente.
En el laboratorio se reproduce un cultivo con la infección, se le coloca un antibiótico y se espera para verificar la reacción. "Si hay fluorescencia quiere decir que las células de ese cultivo infectado por tuberculosis son resistentes a esa droga", explica Piuri. Hay que probar con distintos medicamentos hasta dar con el que resulta efectivo para matar al bacilo.
El objetivo de los investigadores es desarrollar un test rápido que permita ofrecer el diagnóstico de un día para el otro e identificar el remedio apropiado.
Esta herramienta permitiría no sólo tratar a los pacientes de forma más efectiva, sino también evitar la aparición y diseminación de cepas de la bacteria resistentes a las drogas. Aunque restan muchas pruebas para que el test se convierta en un producto disponible para su uso de rutina, los científicos anticipan que será económico. "Actualmente existen tests rápidos, pero muy caros; nuestro trabajo trata de acortar los tiempos y con un test de bajo costo", dice la investigadora.. (La Nación)