Un peculiar reloj abrió ayer en Bolivia un debate de índole espacio-temporal. No se trata de un choque entre paradigmas de la ciencia física, este debate es de dimensiones políticas.
Un reloj cuyas agujas corren al revés fue instalado en el Congreso boliviano y causó polémica entre el oficialismo y la oposición.
"Con ese reloj recuperamos la identidad", dijo el canciller David Choquehuanca. "De acuerdo con los pueblos originarios, los relojes deben girar a la izquierda", explicó. Para graficar esta cosmovisión, el canciller habló de un reloj solar: "Si se pone un bolígrafo bajo el sol, su sombra gira hacia la izquierda en el [hemisferio] sur y hacia el otro lado en el norte".
Pero la diputada de oposición Norma Piérola, denunció que el oficialismo "pretende cambiar hasta las leyes universales del tiempo". Sin embargo, oficialismo y oposición coinciden en que hay que dejar el reloj donde está. Para unos representa un símbolo de los tiempos de cambio que atraviesa el país bajo la gestión de Evo Morales. Para otros, es una huella "de los tiempos de oscurantismo político" que hoy vive Bolivia.
Fuente: LA NACIÓN