Nuevos hallazgos de fósiles de homínidos ponen otra vez patas para arriba la teoría de la evolución humana.
El análisis de siete cráneos nuevos para la ciencia, junto con otros 10 ya conocidos, todos recuperados en la Sima de los Huesos en Atapuerca (España), reveló que los restos no pertenecen a la especie que se creía (Homo heidelbergensis) ni tampoco a la neandertal. Son una especie de punto medio entre ambos, aún sin nombre.
Juntos, estos restos conforman una “película” sobre como surgieron los rasgos característicos del rostro de los neandertales, esos primos de los humanos modernos que se extinguieron hace unos 30 mil años.
“Estos datos vuelven a poner patas arriba el origen de los neandertales”, explica Ignacio Martínez, coautor del estudio que se publica hoy en la revista Science. “Si fueras un neandertal, los humanos de la Sima serían como tus tíos abuelos, hermanos de tu abuelo”, detalla al sitio de ciencia Esmateria.com.
El análisis de los cráneos muestra que los rasgos característicos de la cara y mandíbulas de los neandertales aparecieron en forma progresiva. Pero aún no presentaban las cualidades neandertales del cráneo propiamente.
“Estamos viendo en directo la aparición del característico rostro neandertal”, apunta Martínez.
El estudio afirma que los neandertales no aparecieron por un proceso lineal y con un sólo grupo, sino en una serie de cambios que se produjeron en diferentes lugares y grupos, formando una especie de mosaico por toda Europa.
Más conclusiones
Pero esa no es la única conclusión de este trabajo. Hace dos años, el paleontólogo británico Chris Stringer afirmó que los fósiles de la Sima no eran de Homo heidelbergensis, sino neandertales.
También dijo que las dataciones iniciales que situaban el yacimiento en unos 600 mil años eran erróneas y que los fósiles eran mucho más recientes.
El estudio actual se acerca más a esta postura. “Ahora están de acuerdo en que los fósiles son del linaje neandertal y no de la especie heidelbergensis”, explica Stringer.
También revisaron la datación de los fósiles, lo que supone un acercamiento sustancial a las visiones de Stringer.
Sin embargo, tampoco son extrictamente fósiles de neandertales. En el futuro, los homínidos rescatados en Atapuerca deberán llevar otro nombre y sumarse al mosaico de homínidos que conforman el pasado de nosotros, el Homo sapiens.
Por Lucas Viano
La Voz del Interior