Resnick Brenner, que era jefe de asesores del organismo, dijo que un asesor del vicepresidente lo instó a salvar Ciccone; agregó que Núñez Carmona se presentó como un representante de Economía
El vicepresidente Amado Boudou recibió ayer uno de los peores golpes desde que se inició la causa en la que está acusado de apropiarse para su provecho de Ciccone Calcográfica , la imprenta en condiciones de fabricar billetes. Y el mandoble le llegó por boca de un funcionario del Gobierno.
El ex jefe de asesores de la AFIP Rafael Resnick Brenner le dijo al juez Ariel Lijo que el ex jefe de gabinete de asesores del Ministerio de Economía Guido Forcieri lo convocó para destacar la importancia que tenía para el Gobierno salvar Ciccone. Recordó además que le presentó a José María Núñez Carmona , el socio de Boudou, como el encargado, en representación de ese ministerio, para seguir el trámite que iba a permitir desahogar la situación económica de la empresa.
Lijo le asignó tal valor a la explosiva revelación del imputado que citó de inmediato a prestardeclaración indagatoria a Forcieri (hoy director por la Argentina en el Banco Mundial), como partícipe de la maniobra de apropiación de la empresa.
Ayer, Forcieri mandó un comunicado a los medios a través de la oficina del vicepresidente, en el que niega haberse reunido con Resnick Brenner por el caso Ciccone y, en cambio, dice que el funcionario de la AFIP le pidió, como favor, que reactivara un viejo expediente de Economía en el que su padre reclamaba una antigua deuda millonaria.
Sin embargo, la versión judicial de Resnick Brenner terminó por hundir a Boudou porque revela no sólo que se interesó en el caso, sino que incidió sobre la AFIP mediante su jefe de asesores y se preocupó por salvar Ciccone, cuestión que Boudou viene negando. Además, le pegó de lleno al vice cuando Resnick Brenner reveló que le presentaron a Núñez Carmona como si fuera un funcionario más del Ministerio de Economía y no el socio y amigo de la infancia marplatense de Boudou, un particular que, según dijo el vicepresidente, no tenía ninguna facultad para actuar en su nombre.
El vértigo que envolvió ayer al caso se vivió desde el tercer piso de los tribunales de Comodoro Py 2002, donde Lijo tiene su juzgado. Allí, bajo la lluvia, llegó a las 8.30 Resnick Brenner, de impermeable beige, acompañado de sus abogados Francisco Castex y Luciano Pauls.
Resnick Brenner dejó en el juzgado un escrito breve, de seis carillas, que era explosivo y contestó preguntas de Lijo y del fiscal Jorge Di Lello durante casi tres horas. Declaró que fue él quien tramitó el pedido de Olga Ciccone, ex presidenta de la imprenta, para que le dieran facilidades para pagar sus deudas fiscales. Eran 247 millones de pesos. Fue él quien le aconsejó al titular de la AFIP, Ricardo Echegaray, que antes de decidir si le daban el plan de pagos debían darle vista al Ministerio de Economía para que opine si corresponde hacerlo "dado que excedía la competencia de AFIP". Esa opinión iba a ser "determinante". Echegaray le envió el expediente a Boudou y le pidió que propusiera los montos que debía pagar Ciccone. Resnick Brenner relató que, mientras tramitaba ese dictamen, lo llamaron de Economía. "Fui convocado en mi condición de jefe de asesores de la AFIP a una reunión con el jefe de gabinete de asesores del Ministerio de Economía, Guido Forcieri, a la que asistí", dijo, con la aprobación de Echegaray.
La reunión fue en el segundo piso del edificio. Allí, recordó que Forcieri destacó el "interés institucional y político del organismo en dar una solución integral a la difícil situación financiera de la empresa" y le destacó su potencial para sustituir importaciones por su capacidad para imprimir billetes en el país, generar importaciones y la importancia de conservar 300 fuentes de trabajo. "En esa oportunidad, el doctor Forcieri me presentó al doctor José María Núñez Carmona, quien estuvo presente en toda la reunión, y al cual dejó encargado, en representación del Ministerio, para el seguimiento del trámite", relató. Así, el socio de Boudou se convirtió en el delegado para salvar Ciccone. Resnick Brenner, recordó, prolijo, que informó a Echegaray del tema.
Cuando le preguntaron, recordó que en la reunión Forcieri llevaba la voz cantante y que Núñez Carmona asentía en todo. Después era Núñez Carmona el que lo llamaba para preguntar cuándo iban a aprobar el plan de pagos. Los cruces de llamadas entre ambos lo certifican.
Boudou recomendó el 8 de noviembre, mediante una nota, darle facilidades a Ciccone: "Se le hace saber que este Ministerio considera que el ejercicio de las competencias propias de ese Organismo [AFIP] en el sentido de permitir la continuación de la empresa concursada responde a los lineamientos políticos generales de este Gobierno".
El expediente siguió toda la línea administrativa de la AFIP y las instancias intermedias estuvieron de acuerdo, por lo que Echegaray dio el plan de pagos. El 15 de diciembre de 2010 se presentó Alejandro Vandenbroele en el expediente como presidente de Ciccone. Las acciones ya habían cambiado de manos y Boudou ya tenía cuatro días de vicepresidente. (La Nación)