Sea con un empresario, un funcionario del gobierno o un periodista, las charlas que mantiene José Manuel de la Sota desde que aterrizó en España arrancan con una pregunta: ¿va a ser candidato a presidente en 2015?

Y el gobernador de Córdoba mostró de entrada que no viajó para hacerse el misterioso. "Yo creo que tengo la experiencia y la voluntad política de conducir el proceso de reconciliación y unidad nacional que necesita la Argentina", dijo en el inicio de un viaje oficial de tres días a Madrid.

Interpuso todas las prevenciones del caso ("no tengo tomada la decisión de la candidatura"; "lo definiré en el correr de este año"), pero en sus contactos con figuras del poder económico y político español buscó que aquellos que siguen con desconcierto el tránsito hacia el poskirchnerismo tomen nota de su nombre.

Ácido crítico de Cristina Kirchner, ratificó su decisión de no participar en la reorganización del Partido Justicialista "mientras esté bajo el comisariato de [Carlos] Zannini y no se permita a los peronistas decir lo que está pasando en el país".

En cambio, defendió su buena sintonía con Sergio Massa. En los últimos días, De la Sota intentó desinflar las versiones de que aspiraría a ser el candidato a vicepresidente del líder del Frente Renovador. Aquí insistió en que no le interesa para nada ese cargo, pero consideró una opción posible llegar a un acuerdo con Massa para enfrentarse en las elecciones primarias del año que viene.

Si los dos mantienen su plan de presentarse por fuera de la estructura del PJ, podrían necesitarse como rivales en la disidencia peronista, para que las internas simultáneas no les resten protagonismo en el inicio de la carrera presidencial.

De la Sota se reunió ayer con empresarios e inversores de multinacionales españolas con intereses en la Argentina, fue recibido en el Ministerio de Asuntos Exteriores por el secretario de Estado para Iberoamérica, Jesús Gracia Aldaz (ex cónsul en Córdoba) y visitó al ex presidente del BID Enrique Iglesias.

Hoy se verá con el ministro de Industria, José Manuel Soria, experto a la fuerza en peronismo desde que el presidente Mariano Rajoy le encomendó la negociación para solucionar la crisis con Repsol por la estatización de YPF.

En sus contactos políticos y económicos aquí, el gobernador cordobés se presentó como un dirigente "con experiencia de gobierno y con la capacidad de ofrecer garantías y confianza para reinsertar a la Argentina en el mundo". Promovió "reglas de juego claras para la inversión" y "una renovada alianza con Brasil para recuperar peso en el mapa mundial de la demanda".

De la Sota enfatizó que piensa recorrer la Argentina antes de decidir si competirá por la presidencia ("no quiero ser un candidato televisivo", dijo). En ese tiempo medirá también la deriva del peronismo: si sigue o no atado a los intereses de la Casa Rosada.

De eso depende cualquier opción de una alianza con Scioli, a quien considera "un amigo", pero de quien lo separa la cercanía respecto del Gobierno. "Para él son más las cosas del kirchnerismo que hay que mantener que las que se deben cambiar. Yo pienso todo lo contrario", fue una de sus definiciones madrileñas.

Otra gran intriga de los inversores y los políticos españoles es cómo llegará la economía argentina al recambio en el poder. De la Sota -en cuya provincia se siente ya el golpe al empleo por el freno en la industria- expresó su inquietud: "Si no toman medidas en serio, vamos camino a un conflicto social fuerte".

Fuente: lanación.com