Compartirán proyectos de ley y visitas en sus distritos; sigue el misterio sobre una interna conjunta
Para Sergio Massa, las definiciones de acuerdos o candidaturas llegarán a fines de septiembre. Para José Manuel de la Sota, deberían esperar hasta fin de año. Más allá de los tiempos, el líder del Frente Renovador y el gobernador de Córdoba acordaron ayer construir una agenda de trabajo común y una serie de encuentros de tono político, que parecen ya superar el mero coqueteo y empezar a perfilar una alianza de cara a 2015.
El gobernador peronista llegó ayer a la marina de Punta Chica, en San Fernando, junto a diputados, miembros de su gabinete y trece intendentes cordobeses. Massa los recibió junto a sus compañeros de bloque en la Cámara baja y los jefes comunales de su partido.
Pero antes del encuentro grupal el cordobés y el ex intendente de Tigre almorzaron a solas, por más de dos horas. Allí definieron un agenda legislativa para resolver la moratoria de las jubilaciones y lograr que la Asignación Universal por Hijo y las escalas del impuesto a las ganancias se actualicen cada año, por ley y de manera automática.
También trazaron una hoja de ruta de encuentros hasta fines de septiembre. "Una situación que nos beneficia mutuamente, ya que Massa penetra en Córdoba y De la Sota, en Buenos Aires", coincidieron cerca de ambos dirigentes.
La primera parada sería en Córdoba, dentro de 40 días, para debatir programas sociales y de empleo. De la Sota, ex embajador en Brasil, espera traer a los técnicos del Partido de los Trabajadores, de Lula. "Son los que lograron incorporar a 30 millones de brasileños a la clase media", indicó a LA NACION.
Mientras el gobernador cordobés atacaba una bondiola de cerdo y el líder del Frente Renovador se medía ante un arrollado de pollo, también resolvieron los márgenes políticos del acuerdo: no hablar de candidaturas, al menos hasta septiembre, y no descalificarse mutuamente. La fórmula que Massa usa desde las últimas elecciones y que De la Sota aplica en Córdoba desde su segundo mandato.
Ese entendimiento, previo a la reunión grupal con jefes comunales y diputados, incluyó un apéndice: "cuidar" al intendente de Córdoba, el radical Ramón Mestre, que enfrenta una sumatoria de denuncias de corrupción sobre sus funcionarios y mantiene una buena relación con ambos.
"Resolvimos no hablar de candidaturas ni de internas porque es una falta de respeto a la gente", lanzó Massa tras la reunión, que se interrumpió en un momento para que el ex intendente coordinara los pasos de sus diputados provinciales, que ayer debatían el proyecto de ley de policías municipales.
"La gente se pregunta todavía qué van a hacer los que asumieron hace cinco meses", completó De la Sota a LA NACION, para luego dejar en claro tres puntos: que ayer se "comenzó a construir un espacio de trabajo en equipos" con el massismo, que eso "no significa un compromiso electoral" y, lo más importante, que no está interesado en hacer de "sparring" de ningún presidenciable.
"No busco un conchavo ni voy a pulsear una interna para arreglar un puesto de concejal: si es que decido competir, va a ser para pelear con todas mis fuerzas", remarcó, para rechazar los pronósticos que lo incluyen en una eventual interna del Frente Renovador, para sumarle puntos a Massa. El mismo lugar que pretendía darle el sciolismo.
En privado, Massa sigue sosteniendo que no está en sus planes disputar una interna, pero sus acercamientos a De la Sota abren una ventana en ese sentido. El lunes, de hecho, el cordobés sostuvo que esa posibilidad existe.
También mantienen diferencias. De la Sota es menos contemplativo que Massa con algunas de las políticas del kirchnerismo y con el horizonte que deberá enfrentar el próximo gobierno. Por otro lado, el cordobés todavía mantiene, hoy desde la beligerancia, una relación con el Partido Justicialista, al que Massa decidió ignorar. "Yo quiero un PJ activo que discuta los viejos problemas con ideas nuevas y no haga seguidismo. No lo encuentro", remarcó De la Sota a LA NACION.
Pese a ello, durante la reunión grupal se multiplicaron las coincidencias. "Hay que empezar a enhebrar acciones de gestión y afecto común", invitó Massa a los cordobeses. "Tenemos que aprender a pensar distinto, pero juntos", devolvió De la Sota. Bastante más que un coqueteo, pero de firmar papeles, por ahora, no se habla.