El mismo fue descubierto en un campo cerca de Trelew. Lo anunciaron desde el museo de la ciudad, Museo Egidio Feruglio.
“La Patagonia es tierra de dinosaurios”. Un nuevo hallazgo, conocido ayer, reafirma esta frase que se repite en todos los museos del sur argentino.
El Museo Egidio Feruglio, de Trelew, anunció el descubrimiento de fósiles del dinosaurio más grande hasta la fecha. Los restos aún están en estudio y no se ha publicado ningún artículo científico al respecto.
De todas formas, desde el museo indicaron que se trata de un dinosaurio saurópodo de unos “90 millones de años de antigüedad”, aseguró el director del museo, Rubén Cuneo.
“Es del grupo de los saurópodos, herbívoro, y con un largo aproximado de 40 metros de la cabeza hasta la cola, el equivalente al tamaño de 14 elefantes”, explicó. Es decir, que podría haber pesado al menos 100 toneladas.
El descubrimiento se produjo en un establecimiento rural ubicado a 260 kilómetros de Trelew, en el paraje El Sombrero. Allí hay un gran campo de fósiles, el cual fue descubierto por un peón rural.
“Hubo que hacer un agujero muy grande para poder llegar al ejemplar”, agregó Cuneo. La excavación comenzó a principios de 2013. El ejemplar aún no tiene nombre y aseguraron que se trata del “hallazgo más completo de este tipo de dinosaurio a nivel mundial”.
Hasta el momento, el título de “dinosaurio más grande del mundo” lo ostenta el Argentinosaurus , también hallado en nuestro país en la década de 1980. Medía 30 metros de largo y pesaba 60 toneladas
El enorme tamaño de los dinosaurios está vinculado con la disponibilidad de alimentos que había en su época. A su vez, se dio una competencia entre presa y depredador por el tamaño.
Los herbívoros siempre fueron los ejemplares más grandes. Sus dimensiones servían para intimidar a los depredadores.
“Cualquier depredador de la época se vería intimidado por las dimensiones de un animal que tiene al menos 10 veces su propio tamaño”, aseguró José Carballido, paleontólogo del museo. Esta estrategia utilizan muchos animales actuales como elefantes o bisontes.
Para mantener semejante organismo, los dinosaurios desarrollaron cualidades especiales. Por ejemplo, un cuello largo para acceder a más alimento sin moverse y gastar energía.
Tampoco masticaban para agilizar la digestión de las toneladas alimentos que comían.
El esqueleto también era particular. “Las patas se ubicaban debajo del cuerpo como cuatro sólidas columnas verticales, para una transferencia equilibrada del peso. La columna vertebral era más liviana con vértebras que poseían cavidades huecas”, indicó Carballido.