Ayer (Viernes) les pidió la renuncia a todos sus secretarios, a excepción de Giménez. Intensa búsqueda de reemplazantes, con apertura a otros actores de la UCR.
El intendente de Córdoba, Ramón Mestre, se tomará todo el fin de semana paradefinir la integración de su nuevo gabinete, tras haber solicitado ayer la renuncia de todos sus colaboradores más cercanos, con la única excepción del secretario General, Alberto Giménez, quien seguirá en la primera línea del Departamento Ejecutivo.
La intención del intendente es poder presentar en sociedad el mismo lunes a su nuevo equipo, aunque la tarea de buscar reemplazantes, iniciada ayer por la tarde, no asomaba para nada fácil, ni expeditiva.
Trascendió que en sus primeros sondeos realizados en persona para tentar a conocidos dirigentes radicales, Mestre recibió cerradas negativas de parte de varios de los consultados.
Esa lista incluía a referentes que ya supieron sonar tiempo atrás como potenciales funcionarios, tal es el caso de Alfredo Blanco y Guillermo Irós, con roles protagónicos en las gestiones municipales de los radicales Ramón Mestre padre y Rubén Martí.
Otro nombre cantado como probable recambio es el de Javier Bee Sellares, presidente del bloque de concejales de la UCR, cuyo salto al Ejecutivo circuló como versión en más de una oportunidad.
Ayer, antes que decantara la crisis con la salida de casi todo el gabinete, Bee Sellares había salido en los medios de comunicación a pedir cambios.
“Los únicos insustituibles son el intendente, el vice y los concejales”, dijo.
De todos modos, se descuenta que el espectro de búsqueda esta vez excederá largamente el círculo de lo que se podría denominar mestrismo y su línea interna Confluencia.
Mestre, casi con seguridad, intentará abrazar e involucrar en la gestión a otros sectores de la UCR que hasta ahora miraban por sobre el hombro la suerte del intendente en el Palacio 6 de Julio.
La oficialización del golpe de timón en el municipio sobrevino ayer tras un jueves cargado de especulaciones, al tener el intendente al menos a medio gabinete bajo sospecha por supuestamente haber cometido hechos de corrupción o cuanto menos reñidos con la ética.