Toda la ciudad sigue consternada por la muerte del chico de 4 años en el jardín de infantes. Un padre dice que advirtió sobre el peligro.
Arroyito. Una multitud se congregó ayer para acompañar a familiares y amigos de Alejo Orellano, el niño de 4 años que murió el lunes luego que le cayera una pesada bobina de papel en el jardín de infantes José María Paz, de la ciudad de Arroyito, a 150 kilómetros al este de la capital cordobesa.
Desde la Fiscalía de Instrucción de Arroyito, a cargo de José Argüello, se indicó a La Voz del Interior que se está trabajando para determinar las causas del trágico hecho. Se precisó que se están recolectando testimonios de personal docente y padres que en ese momento habían llevado a sus hijos a la escuela. Varios incluso ayudaron ante la urgencia a liberar al niño de la bobina que lo aplastaba.
Eduardo Smit, padre de un compañero de Alejo, relató: “Estuve días antes manipulando esa bobina, porque los chicos la usaban para pintar; y comenté que era peligroso, que se podía caer. La acomodé en un rincón bien puesta, pero luego se pintaron muebles y la volvieron a cambiar de lugar”. En declaraciones a Cadena 3, también indicó que “de la forma que estaba parada, una oleadita de viento la podría haber volteado”.
La bobina medía tres metros de alto por 1,40 de diámetro, y su peso se estimaba superior a los 100 kilogramos.
El trágico hecho provocó un profundo desconsuelo en la comunidad educativa, que no sale de la conmoción. Desde el Ministerio de Educación se organizó un comité con equipos técnicos para contener a todos los involucrados.
La maestra de Alejo y la directora del establecimiento debieron ser internadas por una grave crisis de nervios y angustia. También algunos padres se acercaron a solicitar ayuda psicológica a profesionales del hospital local y privados para tener herramientas con las que explicar lo sucedido a los niños.
Una mamá contó a este diario que su hijo no quiere volver al jardín. “Nos dice que no quiere ir más y no sabemos qué hacer porque no lo podemos obligarlo. Por eso queremos hablar con la psicóloga”, apuntó. La Fiscalía solicitó ayer al Ministerio de Educación que realice una inspección al edificio.
Desgracia en cadena
En la ruta. Horas después de la muerte del niño en la escuela de Arroyito, fallecía en Córdoba un médico. Ambos fueron accidentes distintos y en lugares diferentes, pero estuvieron directamente relacionados, según informó ayer este diario.
Contra un árbol. El médico Sergio Alignani (54), de la Policía Judicial, viajaba con un chofer a Arroyito para trabajar en el caso del niño fallecido, cuando en la salida de la capital, sobre ruta 19, la camioneta intentó esquivar una moto y dio contra un árbol. Alignani falleció por las heridas recibidas.