Un estudio de CREA señala alguno de los aspectos que favorecerían las condiciones, como la suficiente humedad que hay en los suelos de gran parte de la zona productiva.
Pese a que las dos últimas campañas de trigo fueron las peores de la historia del país, las perspectivas para este cereal son alentadoras. A las estimaciones privadas, que hablan de un incremento de la superficie sembrada de en torno a un 10% (hasta llegar a las 4 millones de hectáreas), se sumó que la Bolsa de Cereales de Buenos Aires calculó que crecerá aún más, en torno a un 13%, desde las 3,65 millones del año pasado. Incluso ayer el analista Diego de la Puente, de la consultora local Nóvitas, consideró que el número sería superior a ese porcentaje "por la necesidad de mantener una adecuada rotación de los cultivos".
En un mes comienza a sembrarse este cereal, por lo que los productores definen por estas horas si volcarse a hacerlo o no. Un estudio de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (CREA) señala alguno de los aspectos que favorecerían las condiciones: la suficiente humedad que hay en los suelos de gran parte de la zona productiva a partir de las abundantes lluvias otoñales, por un lado, además de que ayudarían a los cultivos los pronósticos de un próximo fenómeno El Niño, que generalmente produce buenas precipitaciones para Sudamérica y escasas para Australia, el principal competidor en las exportaciones de trigo del Hemisferio Sur.
Además, destacan el escenario internacional, que también es favorable para los precios, porque los cultivos de EE.UU. están atravesando un período de sequía y se mantienen las dudas sobre el flujo de mercadería proveniente del mar Negro, que hoy alcanza al 25 % de las exportaciones mundiales de trigo. Importantes países importadores de trigo, como Egipto, que se abastecen en esa zona, podrían verse obligados a comprar a otros proveedores, entre los que podría figurar la Argentina. "En el caso de contar con una producción importante, sin dudas abasteceríamos en primera instancia a Brasil, uno de nuestros principales socios comerciales que hoy se abastece de otros destinos", señalan desde CREA.
Saldo exportable
En la última campaña se cosecharon 9,2 millones de toneladas de trigo, según el Ministerio de Agricultura. Si bien el saldo exportable del cereal sería de alrededor de 3 millones de toneladas (con 6,5 millones dirigidas al mercado interno), por ahora se anunció que se venderá al exterior 1,5 millón de toneladas, del cual 1 millón ya se concretó.
Desde el sector apuran al Gobierno para que muestre señales de que liberarán estas exportaciones pendientes y también revisar (al menos) el sistema de permisos de exportación (los ROE) "en un marco general de libre juego de la oferta y de la demanda en el mercado", sostienen desde CREA. "Si pudieran capturar los precios internacionales de u$s 330 por tonelada FOB, los agricultores estarían dispuestos a producir y a generar riqueza y trabajo con el trigo diversificando la rotación. Esperan que un diálogo constructivo permita acordar nuevas reglas de juego que, definitivamente, consideren los intereses de todos los actores que intervienen en la cadena que va desde el campo hasta el consumidor", concluyen. La Argentina cayó del quinto puesto en el ranking de países exportadores de trigo en 2000, al décimo puesto en la actualidad, superada por EE.UU., Unión Europea, Canadá, Australia, Rusia, Ucrania, Kazajistán, India y Turquía.