El Gobierno amplía el cálculo incorporando el grano que no entra al canal comercial pero se usa para alimentación animal.
Mientras avanzan con la recolección del maíz que tienen en los campos, los productores argentinos saben este año que podrán exportar, al menos, 15 millones de toneladas del cereal, al considerar el Gobierno que ese volumen no compromete el consumo doméstico.
El saldo exportable para la campaña actual, en la que se espera producir casi 30 millones de toneladas, fue dado a conocer por el ex secretario de Comercio, Guillermo Moreno, en la última reunión concedida a ese sector por un funcionario nacional, en agosto pasado.
En este contexto, el Ministerio de Agricultura nacional anunció un nuevo método para calcular el consumo interno de maíz, un dato clave para determinar el saldo exportable del producto y liberar los cupos con los que el Gobierno controla las ventas externas para proteger el abastecimiento local. Desde el sector productivo, consideran que esta nueva herramienta podría agilizar el cálculo del saldos de próximas campañas, y la liberación de las exportaciones, por eso celebraron ayer la medida.
A diferencia de lo que sucede con el trigo, los productores de maíz pudieron proyectar este año sus, una situación que viene normalizándose en los últimos dos años, de la mano de la necesidad del ingreso de dólares a las arcas nacionales.
La iniciativa de este documento nace a partir de la necesidad de contar con información más detallada de los principales elementos en la cadena de operaciones agrícolas, señaló el subsecretario de Agricultura, Marcelo Yasky, quien encabezó la presentación a miembros de la cadena del maíz, junto al director de Mercados Agroalimentarios, Mario García, y Rubén Ciani, responsable del proyecto.
Con la nueva metodología, la cartera incluirá en sus estimaciones de consumo a todo el maíz cosechado en el país, sin importar si es producido con fines comerciales o para uso forrajero, esto es, de alimentación animal. Anteriormente, el Gobierno sólo contabilizaba el maíz de uso comercial, cuyo consumo interno rondaba las 8 millones de toneladas.
El cambio no implica que la Argentina, tercer exportador mundial del cereal, necesariamente aumentará sus ventas externas de maíz, pero en el caso de que el mercado doméstico quede sobreabastecido por granos que originalmente iban a destinarse al forraje y no eran tomados en cuenta en la estadística, el saldo exportable podría ser mayor al esperado.
Con el nuevo método, el consumo interno de maíz de la campaña pasada fue calculado en casi 13 millones de toneladas, lo cual tomando la estimación oficial de producción de 32,1 millones de toneladas dejó un saldo exportable de unos 20 millones de toneladas de maíz. De todas formas, el Gobierno aún no dio información sobre la expectativa del nivel de consumo doméstico para este ciclo.