Las lluvias dejaron intransitables los accesos a muchos sitios en las Sierras. En Calamuchita, vecinos de los parajes San José y San Roque llevan un mes sin poder entrar o salir y una escuela no pudo aún empezar las clases.
“Hace un mes que por este camino no entra nadie”, lanzó Indolfo Medina, quien habita un humilde rancho en el paraje San Roque, cerca del lago Cerro Pelado. Ese sector del valle de Calamuchita quedó prácticamente aislado por los daños que causó la lluvia en los caminos de la red secundaria. En buena parte de la provincia, pero sobre todo en las Sierras, por sus pendientes, el deterioro de la red vial no asfaltada ha sido grave en los últimos 40 días.
Desde hace semanas, en lugar de realizar las compras en Santa Rosa de Calamuchita en su vehículo, Medina debe montar a caballo para desandar una veintena de kilómetros hasta Amboy. “Hace unos días me enfermé y me tuvieron que sacar en lancha hasta Villa Amancay, y de ahí en ambulancia hasta Santa Rosa”, recordó.
En esta zona de Calamuchita hay tres escuelas rurales. La más complicada es la Ricardo Rojas, del paraje San José, cuyas clases no empezaron aún, ya que su única docente, Milena Maldonado, no tiene forma de acceder.
Los arroyos de la zona están colmados de agua como hacía décadas no ocurría. Ese dato es una bendición, pero demanda trabajos de reparaciones. “Se abrieron muchas vertientes, no veíamos algo así desde hace 40 años”, apuntó el lugareño, que vivió sus 75 años en este pintoresco lugar.
Hay tramos que se han transformado en piletas de fango, en los que ni camionetas de doble tracción pueden pasar. Hasta camiones se han quedado varados.
Desde Vialidad Provincial asegura que se está trabajando en esa zona pero que la tarea de recuperación es muy complicada, por los severos daños provocados por el agua.