Familiares de Mariela Bortot, entre las que sobresalen sus dos hijas, se reunirán mañana con el flamante fiscal General de Córdoba, Alejandro Moyano, para pedirle mayor celeridad en la realización de distintos peritajes judiciales que son consideradas claves, en el marco de la investigación por la mujer desaparecida en Inriville. 

Mañana se cumplen dos meses sin que se sepa nada de Mariela (40). Desapareció cuando salió a dar una vuelta por las afueras del pueblo.

Por el caso está detenido el expolicía Jorge Orellano (58), imputado por privación ilegítima de la libertad. A fines de la semana pasada, un juez de Control confirmó la prisión preventiva contra el exjefe de seguridad del intendente de Inriville, Marco Rodrigué. 

“Si bien la causa tiene a esta persona detenida e imputada con pruebas indiciarias muy importantes en su contra, faltan realizar y terminar distintas pericias”, afirmó ayer el abogado Horacio Baleani, quien representa como querellante a las hijas de Mariela. 

Entre los peritajes, cuyas conclusiones se aguardan, están: un estudio balístico a un arma secuestrada al exsargento acusado; un examen de ADN a unos cabellos rubios hallados en el Peugeot 206 (propiedad del intendente Rodrigué) que usaba el acusado; y unos estudios sobre una mancha que se encontró en el baúl de ese coche.

Las pruebas deben ser realizadas por la Policía Judicial. De allí que las hijas de Mariela viajen a reunirse con Moyano.

Reanudar búsqueda

Otro reclamo que le plantearán es que, según la familia Bortot, ha cesado la búsqueda de Mariela en campos y ríos. 

La hipótesis del fiscal de Corral de Bustos, Gustavo Zuchiatti, es que el expolicía habría raptado y asesinado a la mujer, dado que supuestamente ella no quería acceder a mantener una relación con él. Orellano ha declarado ser inocente.

Recompensa. El Gobierno ofre­ció 100 mil pesos de recompensa para quien pueda aportar datos sobre Mariela. Hay que llamar al 0810 888 3368.


Por Redacción LAVOZ