En la vida de los famosos no todo es alegría, glamour y alfombras rojas. Algunos han tenido que atravesar duras infancias para disfrutar las mieles hollywoodenses. Incluso, hasta el día de hoy, siguen lidiando con su tormentoso pasado.
Demi Moore
La infancia de Demi Moore no fue fácil: fue fruto de un embarazo adolescente. Su madre tenía problemas con el alcohol y padecía de un trastorno bipolar. Su padre biológico las abandonó antes de que ella naciera. Luego, su padrastro, Danny Guyne, [quien también tenía problemas con las adicciones] no conseguía mantener un trabajo, así que la familia de Moore se mudó muchas, muchas, veces. Peleas y adicciones eran rutina en el hogar de la actriz. En 1980, Guyne se suicidó. A los 16 años, Demi dejó la secundaria y empezó a trabajar como una chica pin-up. Dos años después, se casó con el músico Freddy Moore. En 1982, con 19 años, consiguió su primer trabajo: sumarse a la novela General Hospital.
En una entrevista realizada por la revista Harper’s Bazaar años atrás, Demi confesó que su principal temor era "no valer lo suficiente para que la amen" y sentir "que había algo mal" en ella.
Charlize Theron
Enamorada de Sean Penn, con un Oscar en su casa y el reconocimiento de sus pares, la vida de Charlize Theron no puede ir mejor. Pero la rubia de 38 años vivió momentos realmente trágicos en su pasado, que cambiaron para siempre su vida. El padre de Theron era alcohólico y además, solía abusar de su madre. Los episodios de violencia iban en escala en el hogar de la sudafricana, hasta que -cuando ella tenía 15 años- su madre en un intento de protegerla -y protegerse- terminó matando al hombre.
Al ganar su Oscar a mejor actriz por su rol en el film Monster en 2004, le dedicó una especial mención a su madre. "Sacrificó tanto para que yo pudiera vivir acá y pudiera hacer mi sueño realidad, que no hay palabras que puedan describir cuánto te amo. Y no voy a llorar... gracias, gracias, gracias", dijo al borde del llanto.
Keanu Reeves
Keanu Reeves parece taciturno, siempre dispuesto a alejarse del ruido de Hollywood para tener sus momentos de intimidad. Es uno de los pocos actores que logra desaparecer en el país de los paparazzi. Los primeros años de vida de Keanu tampoco fueron fáciles: su padre lo abandonó cuando era aún un bebé. Nació en el Líbano, pero tras la separación de sus padres, su madre decidió que era hora de partir a Nueva York y tiempo después, a Toronto. El y su hermana Kim nunca se volvieron a encontrar con su padre biológico.
En 1993, perdió a su gran amigo, el también actor River Phoenix, como consecuencia de una sobredosis. Ese fue otro duro golpe para él, ya que con Phoenix eran muy unidos. En 2000, estaba feliz, su novia, Jennifer Syme, estaba embarazada, parecía que su vida personal estaba encaminada... pero otra tragedia tocó a su puerta: la joven perdió su embarazo de ocho meses. Apenas un año después de este difícil momento, Syme moría al protagonizar un accidente fatal. Keanu buscó refugio en su trabajo ante tanto dolor.
Una gran compañera para él es su hermana Kim, quien fue diagnosticada con leucemia años atrás y que desde entonces enfrenta una dura batalla contra esta enfermedad. Esta vivencia hizo que gran parte de las ganancias del actor las donara al hospital que la trató para que pudieran realizar investigaciones sobre este mal.