Las horas más tensas en Bell Ville por la crecida del río Ctalamochita se vivían anoche, cuando debieron ser reforzadas las defensas para contener en su cauce el río y evitar mayores desbordes hacia las viviendas.

“Es un partido que vamos empatando y estamos en tiempo suplementario. Saldremos a flote”, declaró con medida expectativa el intendente de Bell Ville, Nelson Ipérico, luego de un recorrido en horas de la tarde.

“Lo veo con optimismo. El río está más tranquilo, sube más lento, aunque sigue estando peligroso”, fue el resumen que hizo, mientras se esperaba que subiera un poco más.

Detalló que esta crecida superó ayer en 13 centímetros la de 1979, cuando las barrancas eran más bajas y no se taparon los desagües, por lo que el daño fue mayor. “Esta vez tuvimos tiempo. Lo de Villa María y Río Tercero fue un aviso de que venía difícil y nos pusimos a trabajar a tiempo”, acotó.

En Bell Ville se decretó asueto municipal y la suspensión de clases para este miércoles. Preventivamente, fueron autoevacuados cinco barrios mientras que 67 personas seguían evacuadas anoche en el club Bell, según la información oficial.

El ministro de Agua, Ambiente y Servicios, Fabián Lopez, presente anoche en Bell Ville dijo que hasta ahora el impacto en esta ciudad fue menor que en Villa María y Villa Nueva, porque dio más tiempo para prevenir mayores desbordes.

Cerca, en Ballesteros, advirtieron una leve baja del agua hacia las 18, pero veían una complicación en la intensa lluvia que por segundo día caía sobre la localidad. “Se nos desbordó toda la contención. Los canales de desagües que habíamos preparado nos dieron resultado 10 días. En la crecida final terminó sobrepasando hacia las zonas oeste y sur”, relató el intendente Orlando Brusa.

Unas 50 manzanas de ese pueblo fueron alcanzadas por 
el agua, con distintos niveles 
de inundación. Anoche estaban enfocados en asistir a la gente. Contabilizan 150 autoevacuados y 30 evacuados, mientras se ­evalúa reprogramar el comienzo de clases.

La bajante de agua en un camino rural hacia Cárcano le podría dar una salida, en tanto, a Ballesteros Sud, pueblo que había quedado aislado por sus accesos inundados.

Villa María y Villa Nueva

En Villa María ya se nota una baja considerable del agua y los vecinos de los barrios afectados vuelven a limpiar sus casas. Muchos verificaron los daños en paredes y muebles. Por prevención, se colocaron más de 380 vacunas antitetánicas y contra la hepatitis A. En los barrios Mariano Moreno y Vista Verde se solicitó que no consuman agua de red sin antes agregar dos gotas de lavandina por litro dejando reposar 30 minutos.

Las clases no se suspenden, pero el municipio pidió al Ministerio de Educación que no compute las faltas de docentes y estudiantes que viven en los sectores afectados.

En el Ipem 322 de Villa Nueva, iban a pasar la noche 28 personas entre niños y adultos, provenientes de barrios San Antonio, El Vallecito y zona rural. Necesitan alimentos, ropa, artículos de limpieza e higiene personal y lavandina. Mientras, se relevan casas para evaluar en cuales se puede ingresar a limpiar. A sectores como Pinar de las Tejas y Villa Oeste no se puede aún retornar.

Los desbordes del Ctala­mochita también provocaron ayer varios cortes de rutas. La nacional 9 fue cortada en tres tramos entre Cárcano y Bell Ville. La 158 se cortó entre Villa María y Arroyo Cabral, y la ruta 2, entre los cruces con provincial 4 y nacional 158.

En Morrison, el subjefe de Bomberos, Néstor Díaz, dijo que habían pedido a Vialidad Provincial que envíe un técnico para evaluar si corría riesgo un puente y no le dieron curso. Desde la repartición, anoche explicaron que todos los funcionarios estaban en Bell Ville.