Los usuarios no estaban informados sobre los cambios en los recorridos. Algunos choferes se enfrentaron con los nuevos circuitos. Ni las empresas ni la Municipalidad colocaron personal en las paradas para responder las consultas de los pasajeros.
Iván (11 años) no tiene idea de qué colectivo tendrá que tomar para ir a la escuela desde el miércoles. Junto con sus padres y hermana ayer practicaron el itinerario, para no perderse.
Su papá Héctor Vélez y su esposa Elidia se tomaron el sábado para orientar a sus hijos. “El año pasado hice lo mismo cuando cambiamos de escuela a mi hija”, cuenta el padre.
Ayer, la mayoría de los usuarios estaba como Iván. El debut del nuevo sistema de transporte urbano generó una gran confusión. Los cambios se conocen desde hace más de un mes, pero muchos vecinos recién se enfrentaron ayer con las modificaciones.
Para evitar problemas, la familia Vélez salió con tiempo a reconocer el nuevo servicio. Por lo visto, Héctor tiene malos augurios: “La más grande va al Garzón Agulla. Tiene que tomar dos colectivos. Tuvimos que esperar una hora el 66. Y el chofer del 83 no conocía el recorrido”.
Y agrega: “Iván va a tener que caminar seis cuadras hasta la parada. Antes pasaba al frente. Es peligroso porque es una zona poco iluminada”.
En el centro, ayer la gente no hablaba de otra cosa que no fuera el nuevo sistema de transporte. Se intercambiaban números y letras.
El boca en boca fue el mejor sistema de información.
El sistema fue muy demandado. Por el fin de semana largo, ayer padres e hijos se acercaron al centro para realizar las compras para el inicio de clases.
Salvo algunas excepciones, ni la empresa ni la Municipalidad dijeron presente en lo que fue el “día D” para el nuevo sistema de transporte. Faltó personal en las paradas céntricas para orientar a los desinformados pasajeros.
Choferes perdidos
El sistema tampoco comenzó con todos los detalles a punto. Algunas paradas aún conservaban los viejos carteles (27 de abril entre Obispo Trejo y Buenos Aires, o sobre Chacabuco).
A su vez, varios choferes desconocían los nuevos recorridos, según denunciaron los usuarios. “Es un desastre, tenés que leer los papeles, el mapa del recorrido, manejar y atender a la gente”, confesó un chofer a LaVoz.com.ar .
“Me preocupa (que un chofer no sepa el recorrido) porque es un error de la empresa, no podría estar sucediendo esto”, dijo Juan Pablo Díaz Cardeilhac, secretario de Transporte.
Claudio Tórtolo, delegado de UTA, dijo que “no hubo capacitación” para los choferes.
“Los compañeros salen con un papel y muchos se enfrentan por primera vez con el recorrido. En algunos caso hoy le entregaron el diagrama”, dijo.
Roberto López, gerente general de las empresas Ersa y Autobuses Santa Fe, aseguró que en el monitoreo satelital de las unidades no se detectaron salidas de los recorridos.
“Ningún chofer se perdió, como se dijo. El personal fue capacitado y conocía los circuitos”, indicó.
Sin embargo, reconoció que hubo problemas para cumplir con la frecuencia. “Tuvimos un desfasaje porque los choferes está reconociendo los nuevos recorridos”, agregó.
El chofer Pablo Sicovich aseguró conocer bien el recorrido porque no varió mucho. Pero aclaró que otros colegas estaban peor. “Yo perdí el servicio porque el colectivo que me tenía que llegar no pasó”, contó.
“La implementación seguramente llevará más de un mes”, dijo Díaz Cardeilhac. No descartó que pasen hasta cinco meses hasta que se estabilice el nuevo sistema y funcione a pleno.
El más caro del interior
Tarifa. El sistema arrancó con tres días de viajes gratuitos (hasta mañana inclusive). A partir del martes, tendrá seis tipos diferentes.
Precios. Un boleto regular costará 5,30 pesos; el nocturno (de 1 a 5), 6,10 pesos; el circunvalar, 6,10 pesos; el barrial, 4,24 pesos y el diferencial a 10,60 pesos.
Suba. La suba del boleto fue aprobada el martes pasado. Es la más alta del interior del país. Sólo lo supera el viaje pagado con monedas en la Ciudad de Buenos Aires y en Villa María.
Puntos de vista
Antonio Ortiz. “No sabía qué línea tomar. Me dijeron en la parada. Encima cambiaron hasta los colores”.
Nico Santillán. “No sabía qué línea tomar. Me dijeron en la parada. Encima cambiaron hasta los colores”. “No tuve problemas porque antes consulté los recorridos en Internet”.
Micaela López. “Pensé que iba a ser más fácil. Recién ahora me puse a ver qué líneas debo tomar”.
José Agüero. “Una falta de respeto. Ni los carteles cambiaron. Hace 40 minutos que espero”.