El jefe de Gabinete Jorge Capitanich cuestionó a los productores agropecuarios que –según dijo– “son capaces de amarrocar” el stock remanente de la cosecha de soja 2012/13 al considerar que con esa actitud están “privando así de canalizar ahorro e inversión, para que la inversión se traduzca en empleos y esos empleos en más y mejores salarios” (sic).

La cuestión es que buena parte de los dólares que –desesperadamente– está buscando el gobierno nacional están congelados por la exportaciones de trigo que no se pueden realizar en un momento en el cual Brasil –también desesperadamente– necesita abastecerse del cereal.

A la fecha se declararon exportaciones argentinas de trigo pan 2013/14 por 236.707 toneladas equivalentes a un valor FOB total de 79,6 millones de dólares. La mayor parte se destinó a Brasil.

El volumen declarado hasta el momento equivale a un 47% del cupo de 500.000 toneladas habilitado formalmente por el gobierno nacional el pasado 13 de enero.

El precio FOB promedio ponderado de los embarques de trigo 2013/14 es de 336 u$s/tonelada (ver planilla). Con ese valor el cupo de 500.000 toneladas estaría generando un ingreso de divisas de casi 170 millones de dólares.

El Ministerio de Agricultura (Minagri) reconoce que, con una producción argentina de trigo 2013/14 estimada en 9,20 millones de toneladas, el saldo exportable es de 1,50 millones, el cual –con los valores FOB actuales– representaría un ingreso de divisas equivalente a 500 millones de dólares.

Pero la Bolsa de Cereales de Buenos Aires relevó una cosecha argentina de trigo 2013/14 de 10,1 millones de toneladas a partir de los buenos rindes registrados en las zonas sudeste bonaerense (48 qq/ha promedio), centro de Buenos Aires (45 qq/ha) y sur de la región núcleo pampeana (40 qq/ha).

Una cosecha de 10,1 millones de toneladas permitiría elevar el saldo exportable a 2,1 millones de toneladas, el cual generaría un ingreso de divisas del orden de 700 millones de dólares.