Iván Safadi, presidente del Centro Comercial e Industrial de Río Cuarto (CECIS) dijo que el año pasado fue, sin lugar a dudas, un desafío para el comercio en Río Cuarto. "Fue un año muy malo, pero esperemos que se vaya sosteniendo en el tiempo y podamos lograr el crecimiento y los niveles de venta que deseamos, para poder mantener nuestros comercios y la rentabilidad", expresó.

Sin embargo, a pesar de las dificultades iniciales, el balance del 2023 fue más positivo de lo esperado: "Terminamos mejor de lo que habíamos pensado", afirmó Safadi.

Uno de los mayores retos ha sido la inflación y el aumento de los costos, especialmente los alquileres. A pesar de esta difícil situación, el comercio de Río Cuarto no experimentó un cierre masivo.

 "Esta crisis fue muy dura para el comercio, pero a diferencia de otras crisis, como la del 2001 o la del 80, el comercio encontró un respiro porque estuvo desendeudado", señaló Safadi, refiriéndose a la falta de crédito que obligó a muchos comercios a manejarse con sus propios recursos y a sostenerse sin endeudarse.
 
En cuanto a la reciente apertura de importaciones anunciada por el presidente Javier Milei, Safadi mostró una postura ambigua. "Desde el punto de vista del comercio, al comerciante no le mueve la aguja", sostuvo al señalar que la apertura de importaciones podría no afectar directamente las ventas de los comercios locales.

 Sin embargo, en el largo plazo, la desindustrialización derivada de esta medida podría perjudicar el consumo: "El comercio no ve el impacto inmediato, pero a la larga, la falta de empleo en la industria afectará el poder adquisitivo de la gente".

Para Safadi, uno de los factores cruciales para la reactivación del comercio y la economía es la reducción de impuestos. "Los impuestos como ingresos brutos, comercio e industria son distorsivos. ¿Por qué un jean en Chile cuesta el 50% de lo que cuesta acá? Porque el jean se multiplica cinco veces con diferentes impuestos antes de llegar al consumidor final", detalló. En este sentido, consideró como esperanzador el anuncio del gobierno de reducir 90 impuestos, aunque advirtió que aún no se ha materializado ninguna de estas promesas.

En el plano local, Safadi destacó la necesidad de un contexto económico más favorable para poder trabajar en proyectos de infraestructura y desarrollo. "No creo que una ciudad como Río Cuarto pueda cambiar la economía por sí sola. Es necesario que el contexto nacional y provincial sea distinto para que las ciudades puedan progresar", afirmó. A su vez, resaltó la importancia de mejorar la infraestructura y de seguir desarrollando centros comerciales en diferentes zonas de la ciudad, lo que podría transformar a Río Cuarto en una ciudad distinta en las próximas dos décadas.

Finalmente, en relación a la reforma laboral planteada por el gobierno, Safadi mostró escepticismo. "Una gran reforma laboral no cambiará la ecuación si no cambian las condiciones económicas", afirmó. Si bien reconoció que algunos cambios podrían ser beneficiosos, enfatizó que la creación de empleo depende, principalmente, de un entorno económico más saludable, con mayor consumo y crecimiento.

"El empresario contratará más empleados si la economía funciona y si vende", concluyó.

A pesar de los desafíos y la incertidumbre, Safadi mantiene una actitud optimista: "Nos levantamos todos los días con el objetivo de generar puestos de trabajo y hacer de esta ciudad un lugar mejor para vivir", expresó.

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