Hace casi tres años, un grupo de 175 familias fueron adjudicatarias de terrenos a través de un sorteo organizado por la municipalidad de la ciudad. Según relató Fernando Verón, uno de los beneficiarios, el proceso comenzó en febrero de 2022, cuando el intendente Llamosas puso a disposición los terrenos, y se realizaron los sorteos para determinar a los adjudicatarios. 
En aquel entonces, el costo de los terrenos estaba establecido en 510 mil pesos de contado o en 120 cuotas, lo cual era accesible para la mayoría de las familias que no contaban con grandes recursos. 
Sin embargo, la situación cambió drásticamente cuando, hace pocos días, los adjudicatarios se enteraron a través de los medios de comunicación que el nuevo valor de los terrenos había aumentado a 6 millones de pesos.
"Nos enteramos por los medios, Instagram y Facebook. A nosotros nadie se comunicó con nosotros para decirnos ´tenemos una situación, vamos a tener que actualizar, vamos a ofrecerles esto y esto'", expresó Andrea Coco, otra de las adjudicatarias, visiblemente afectada por la falta de comunicación oficial.
El nuevo precio, que es de 6 millones de pesos por terreno, se ha convertido en un obstáculo insalvable para muchas de las familias, que ya habían hecho sacrificios significativos para poder acceder a un terreno en un contexto económico difícil.
"Vendí lo que no tenía para juntar los 510 mil pesos, pero hoy en día no me sirve para nada", relató Verón, quien también cuestionó la falta de oportunidad para comenzar a pagar el terreno desde que fueron adjudicados.
Por su parte, el secretario de Obras Públicas, Martín Cantoro, explicó en Micrófono Abierto que la actualización del precio busca reflejar la realidad económica actual: "Lo que se pretende es actualizar ese valor para que otros vecinos tengan la posibilidad de acceder a lo mismo que ya tienen los adjudicatarios", señaló Cantoro.
Sin embargo, para los adjudicatarios, el incremento del precio resulta desmesurado e injusto. "El salto entre 500 mil y 6 millones de pesos es una locura", afirmó Coco, subrayando que el valor inicial de los terrenos estaba destinado a personas de bajos recursos. "Nosotros seguimos siendo vecinos de bajos recursos", agregó y explicó que había que cumplir con varios requisitos para ser titulares de los terrenos.
"Es necesario buscar un camino común, intermedio", afirmaron los adjudicatarios, apelando al sentido común y a la empatía de las autoridades