Tras conocerse el fallo que absolvió a De la Rúa y a otros siete acusados por coimas en el Senado, el ex senador Augusto Alasino le arrojó un golpe al ex secretario parlamentario de la Cámara alta. Éste calificó como "vergonzoso" lo decidido por el tribunal.
La animosidad de los acusados por coimas en el Senado contra Pontaquarto estuvo presente a lo largo de todas las sesiones del juicio oral y público, pero hoy llegó al extremo de la agresión física. Como "arrepentido", el ex secretario parlamentario de la Cámara alta brindó su testimonio y permitió el inicio del juicio. A falta de testigos directos, el ex funcionario se atribuyó el rol de "valijero" de los sobornos y abrió la puerta para que la Justicia haga las acusaciones correspondientes. Los otros seis acusados nunca le perdonaron su actitud.
Hoy, tras conocerse la absolución de todos los acusados, y mientras dejaban los Tribunales, el ex senador Alasino le arrojó un golpe a Pontaquarto, que respondió con insultos. "Gil, puto, cagón (sic)", le dijo el arrepentido al ex senador y se plantó para pelear. El resto de los presentes lograron calmar los ánimos y cada uno salió por una puerta distinta.
Luego, y ya en la puerta del Tribunal, Pontaquarto calificó de "cobarde" a Alasino y confirmó que el ex legislador le "tiró una cachetada".
El antecedente más inmediato se produjo hace un mes, cuando en una de las sesiones Alasino le gritó "bocón" a Pontaquarto, ante lo que el Tribunal Oral Federal 3 llamó al orden y la situación finalmente no pasó a mayores.
Además de De la Rúa, Alasino y Pontaquarto, el tribunal absolvió a Fernando de Santibañes, Alberto Tell, Remo Constanzo, Ricardo Branda y Alberto Flamarique. Luego de catorce meses de juicio y a trece años y medio de los hechos ventilados, los jueces Miguel Pons, Guillermo Gordo y Fernando Ramírez consideraron en un fallo de una veintena de páginas no probada la existencia del supuesto delito denunciado por Pontaquarto.
A lo largo del juicio, realizado por primera vez a un ex presidente por el pago de sobornos, pasaron decenas de testigos, entre ellos el ex vicepresidente Álvarez, la actual presidenta Cristina Kirchner, quien presentó un escrito; entre decenas de funcionarios, legisladores, políticos y periodistas.