La principal productora avícola del país, Granja Tres Arroyos, presentó un Procedimiento Preventivo de Crisis (PPC) ante la Secretaría de Trabajo con el objetivo de ajustar su estructura laboral en respuesta a serias dificultades económicas.
Según trascendió, la firma busca opciones que incluyen despedir a 700 empleados o reducir adicionales salariales equivalentes al 21% del sueldo.
La solicitud, ingresada a finales de la semana pasada, recibió el aval del Gobierno y posiciona a la compañía como la cuarta en acogerse a este mecanismo.
El PPC permite a las empresas implementar medidas como despidos o suspensiones por razones de fuerza mayor, causas económicas o tecnológicas.
Entre sus instalaciones más afectadas se encuentra la planta de Ezeiza, adquirida junto a la operación de la ex Cresta Roja. En octubre pasado, la compañía anunció la desafectación de 200 de los 270 trabajadores de dicha planta, argumentando una caída en la producción vinculada a la gripe aviar y la pérdida del mercado chino.
Ahora, la empresa retoma la intención de cerrar esa fábrica, ampliando la declaración de crisis a otros establecimientos. Además, se suman nuevos reclamos por el impacto de un dólar poco competitivo y una elevada presión impositiva, factores que, según la compañía, incrementan sus costos frente a competidores regionales.
Contrastes en el sector avícola paradójicamente, mientras Granja Tres Arroyos reporta dificultades, el sector avícola argentino ha mostrado un desempeño destacado en el comercio exterior. Según datos de la Secretaría de Agricultura, entre enero y octubre las exportaciones del sector avícola crecieron un 20% en volumen y un 26% en valor. BAE