Argentina enfrenta una crisis educativa de larga data que se ha visto intensificada por la pandemia, según el último informe de “Argentinos por la Educación”. La organización, que realiza estudios quincenales para evaluar el estado del sistema educativo, se guía por la premisa de que "lo que no se mide no se mejora". En su último informe, realizado junto a Educar 2050, se analizó la evolución de las pruebas Aprender, una evaluación que se implementa desde 2016 para medir los aprendizajes en lengua y matemática de los estudiantes de primaria y secundaria.
 
El informe reveló que, desde 2016, los aprendizajes en ambas áreas han caído de manera sostenida. "Lo que vemos en el informe es la consolidación de cómo fue evolucionando el transcurso de estas pruebas y, desde 2016, a excepción de la pandemia, se tomaron cada año", afirmó Leyre Sáenz Guillén -Argentinos por la educación quien habló en Micrófono Abierto.
 Esta evaluación ha mostrado que, en 2023, solo "2 de cada 10 chicos tiene los aprendizajes satisfactorios en matemática", mientras que en Lengua la cifra asciende a "4 de cada 10".

A pesar de que los puntajes ya eran bajos en 2016, la pandemia exacerbó la situación: "La pandemia vino a reforzar una falencia que ya estaba vigente en los aprendizajes", explicó la representante de la organización, al  destacar que los efectos negativos de la crisis sanitaria no fueron la causa principal, sino que profundizaron una debilidad estructural en el sistema educativo.

Otro dato alarmante es la baja cantidad de estudiantes que logran terminar la secundaria con los aprendizajes básicos. "En el último año de la secundaria, solo 13 de cada 100 chicos llegan en tiempo y forma con los conocimientos básicos de lengua y matemática", señala el informe. Esta cifra, que antes de la pandemia era de 19 de cada 100, refleja la magnitud del problema.

En cuanto a las expectativas de los estudiantes, el informe también arroja cifras reveladoras. Leyre comentó que, en los sectores más favorecidos, el 95% de los jóvenes afirma que desea continuar sus estudios después de la secundaria, mientras que, en los sectores más vulnerables, el 75% comparte esta intención. Sin embargo, la realidad dista mucho de estas expectativas: solo "el 50% de los chicos más favorecidos lo logra”, mientras que en los sectores vulnerables solo "un 20% de los estudiantes alcanza esta meta".

El informe también resalta que las falencias educativas comienzan desde los primeros años: "En tercer grado, actualmente en nuestro país, solo uno de cada dos chicos de ocho años comprende un texto básico", afirmó. Lo que evidencia es que los problemas educativos no son nuevos, sino que se arrastran desde las etapas iniciales de la educación.

Además, las disparidades regionales son un factor clave. Provincias como la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y Córdoba tienen mejores resultados, con un 61% y un 56% de estudiantes alcanzando el nivel esperado, respectivamente. Rinden por encima del promedio general.  En contraste, provincias como Formosa, Catamarca y Santiago del Estero muestran los peores resultados, lo que refleja la correlación entre el nivel socioeconómico de las regiones y su desempeño educativo.

La situación planteada por “Argentinos por la Educación” exige una reflexión urgente sobre las políticas educativas en Argentina. El diagnóstico es claro: la mejora del sistema escolar no puede esperar. Como concluye la ONG, "para revertir estas trayectorias educativas hay que atacar y fortalecer las bases desde el principio, desde los primeros años", dijo Leyre.


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