David Tonello, presidente de la Sociedad de Bomberos Voluntarios de Río Cuarto dialogó en Micrófono Abierto y manifestó que enfrenta un déficit crítico que amenaza su operatividad. Con un presupuesto de 25 millones de pesos mensuales en sueldos y recibe 14 millones de la municipalidad.
 
Expuso la preocupante situación financiera que atraviesa la institución: “el déficit no solo se limita a los sueldos a eso hay que sumar cargas sociales y gastos de reparación, de salida, extra de nuestros bomberos, trajes...”, explicó Tonello.

A pesar de la generosidad de donaciones de la comunidad, como la reciente ayuda de dos señoras destinada a infraestructura, los fondos han tenido que ser utilizados para cubrir gastos diarios. “La verdad es que estamos realmente lejos, tuvimos que gastar en el día a día”, añadió.
 
La comunidad debe replantearse su apoyo a los bomberos. “Creo que como comunidad tenemos que debatir qué es lo que queremos. Si queremos tener 10 o 12 bomberos profesionalizados que sepan lo que hacen cuando van a combatir un incendio, o queremos voluntarios”, sostuvo Tonello.
 
Actualmente, la Sociedad cuenta con 70 voluntarios, quienes, dependen de sus trabajos y horarios para poder asistir a las emergencias.
 
El aumento en la demanda de servicios es evidente. “Hoy estamos saliendo entre 10 y 12 veces por día. A la tercera salida, no tenemos más gente”, aclaró el presidente, lo que agrava aún más la situación.
 
 “Si la municipalidad se hace cargo del sueldo fijo de los bomberos, gran parte de su problema estaría solucionado”, propuso.
 
Además, la creación de un nuevo destacamento en Banda Norte también presenta desafíos financieros. “Si vamos a poner 10 bomberos más, son 10 millones de pesos más. No hay forma que nosotros nos podamos hacer cargo de esa situación”, argumentó. Aunque reconoce la posibilidad de dividir personal entre los cuarteles, advirtió: “Eso va a flaquear la atención, no tenemos dudas de eso”.
 
Tonello subrayó la importancia de contar con un sistema de bomberos profesionalizado y afirmó que “los voluntarios hacen un trabajo impresionante, pero no pueden cubrir todas las necesidades”. La situación demanda un urgente análisis comunitario y financiero para garantizar la seguridad de la ciudad y la sostenibilidad de sus héroes anónimos.


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