Cristián, padre de una de las damnificadas, relató cómo comenzó la estafa: "A mi hija y las amigas que iban a ir este fin de semana a Embalse, contrataron una cabaña, mandaron un depósito del 50% de 40 mil pesos, salía 80 mil pesos por un día, y una semana antes había que cancelar el total de los 80 mil".

La situación se complicó cuando el supuesto propietario de la cabaña solicitó un adelanto adicional de 30 mil a 35 mil pesos, bajo el pretexto de un depósito por posibles daños.

La madre, preocupada por la inusual solicitud, decidió actuar: "Una de las mamás de las nenas llamó por teléfono, que bueno, generalmente no es así como se hacen los tratos, pero bueno, sabemos que por la cantidad de gente que no hay alquileres, por ahí pensamos que iba a ser así".  

La confusión se amplió cuando intentaron verificar la autenticidad del propietario a través de una escribanía en Córdoba, que resultó ser parte de la estafa. "Nos comunicamos en la escribanía, y la señora nos dijo que estamos cansados con este tema, porque esta persona hace como que trabaja acá en este lugar, y no trabaja".

La escribanía confirmó que no tenía ningún vínculo con el supuesto arrendador y que había recibido numerosas quejas similares.

Este caso subraya la importancia de verificar la legitimidad de las transacciones en línea, especialmente en servicios de alquiler.

"Era más que nada para alertar a la gente de este inconveniente, que a todos nos pasa y pensamos que no nos va a pasar, y nos terminó pasando lamentablemente", concluyó el padre.



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