La presencia de armas ilegales en las calles es alarmante para las autoridades de Seguridad. Crece la preocupación por la participación de adolescentes en graves hechos de sangre. El enfrentamiento entre bandas, el otro de los dramas que se impusieron por estos días. La policía de Córdoba llevó a cabo un operativo de control rutinario en barrio Maldonado, tras los graves hechos de violencia.

A la par, la violencia callejera se desató esta semana en dos barrios de la Capital, ambos de la zona sudeste, con pocas horas de distancia entre uno y otro. Los enfrentamientos callejeros derivaron en dos balaceras, con más de 40 disparos de fuego en el transcurso de pocas horas y con armas automáticas de grueso calibre.

La Policía dice que actúa de manera continua en operativos de saturación y de control en los barrios para decomisar esas armas. La primera muerte se conoció el lunes 1º de julio por la mañana, cuando el sobrino de Norberto Paulino Martella, jubilado, encontró a su tío tirado en la cama, con escasos signos vitales, atado y amordazado.

Dos grupos antagónicos se trenzaron en una feroz pelea que acabó con un intercambio de disparos, con armas automáticas, aparentemente a raíz de una disputa surgida en el marco de los robos a los choferes de Uber y a taxistas.
 Por el hecho, hay otro adolescente de 16 años detenido y bajo la órbita del Juzgado de Menores. Según la investigación, fue quien descargó las puñaladas sobre el cuerpo del hombre.

Minutos más tarde, el herido ingresó al Hospital de Pronta Atención San Jorge con tres disparos: uno en el antebrazo izquierdo y dos en la zona pélvica. Fue derivado en grave estado al Hospital de Urgencias, donde continúa internado y bajo custodia.