El hallazgo podría explicar por qué 31 pirámides, entre ellas los complejos de Giza y Lisht se concentran ahora en una estrecha e inhóspita franja desértica.
Los científicos han descubierto un brazo del río Nilo enterrado durante mucho tiempo que alguna vez fluyó junto a más de 30 pirámides en Egipto, resolviendo potencialmente el misterio de cómo los antiguos egipcios transportaban los enormes bloques de piedra para construir los monumentos.
Los bloques más utilizados pesaban 2,5 toneladas, pero también se utilizaron bloques de más de 15 toneladas e incluso hubo bloques de 70 y hasta 80 toneladas.
El brazo del río de 64 kilómetros de largo fluía junto al complejo de Giza y estuvo oculto bajo el desierto y las tierras de cultivo durante milenios, según un estudio que reveló el hallazgo el jueves.
También la existencia del río explicaría algo que, sin el curso de agua, parecía carecer de toda lógica: por qué las 31 pirámides se construyeron en hilera a lo largo de una franja desértica ahora inhóspita en el valle del Nilo en un período ocurrido entre 4.700 y 3.700 años antes de nuestros días.
La franja cercana a la antigua capital egipcia de Memphis incluye la Gran Pirámide de Giza, la única estructura sobreviviente de las siete maravillas del mundo antiguo, así como las pirámides de Kefrén, Keops y Mykerinos.
Aunque desde hace mucho tiempo los arqueólogos pensaban que los antiguos egipcios debieron haber utilizado un canal próximo para mover los materiales gigantes utilizados para construir las pirámides, hasta el presente era solo una presunción lógica.
"Pero nadie estaba seguro de la ubicación, la forma, el tamaño o la proximidad de esta megavía fluvial al sitio real de las pirámides", dijo el autor principal del estudio, Eman Ghoneim, de la Universidad de Carolina del Norte en Wilmington, Estados Unidos en declaraciones al periódico inglés The Guardian.
El equipo internacional de investigadores utilizó imágenes de satélite para mapear el brazo del río, al que llamaron Ahramat (pirámides en árabe).
El radar les dio la "capacidad única de penetrar la superficie de la arena y producir imágenes de características ocultas, incluidos ríos enterrados y estructuras antiguas", dijo Ghoneim.
Los estudios de campo y los núcleos de sedimentos del sitio confirmaron la presencia del río, según el estudio publicado en la revista Communications Earth & Environment.
También se determinó que ese brazo fue caudaloso y pudo haber comenzado a secarse durante una gran sequía hace unos 4.200 años, sugirieron los científicos.
Exactamente cómo los antiguos egipcios lograron construir estructuras tan enormes y duraderas ha sido uno de los grandes misterios de la historia. Estos materiales pesados, la mayoría de los cuales procedían del sur, debieron ser transportados río abajo de un modo mucho más sencillo que por tierra.