A 3.800 metros de profundidad en el Océano Atlántico yacen los restos del ’Titanic’.
Los encontraron en 1985 los oceanógrafos Robert Ballard y Jean-Louis Michel, que utilizaron el robot submarino ’Argo’ para fotografiar el transatlántico, hundido durante la noche del 14 al 15 de abril de 1912.
Luego de cumplirse 100 años del hundimiento más famoso de la historia, las nuevas tecnologías han permitido elaborar un fiel retrato del estado actual del Titanic.
Las espectaculares imágenes han sido elaboradas a partir de los vídeos y fotografías que se tomaron durante una multimillonaria expedición de la Woods Hole Oceanographic Institution (WHOI), que se llevó a cabo en el verano de 2010.
La que mejor muestra cómo era el barco (la primera que ilustra el álbum de fotos) es un montaje de la proa elaborado a partir de 1.500 fotogramas grabados por tres sofisticados vehículos robóticos. Se trata de la parte más grande y que mejor se conserva del barco. Posteriormente, Ken Marshall ensambló los fotogramas para componer la imagen que, como si de un fantasma se tratara, refleja con gran detalle el estado en que quedó una parte de la nave.
La parte de la popa, sin embargo, está muy dañada y es casi irreconocible, como se aprecia en otra de las fotografías.
Un mapa del área del naufragio
Los científicos de la WHOI han elaborado también el primer mapa completo del área del fondo marino en la que quedaron esparcidos los escombros. En el lecho marino aún es visible la huella que dejó la proa, la parte más grande, durante el hundimiento.
A primera vista, la zona en la que se encuentran los restos (y que ocupa una superficie de cinco por ocho kilómetros) recuerda a un paisaje lunar, con cráteres esculpidos por el impacto de trozos de icebergs durante milenios. "Ahora sabemos dónde está cada cosa", afirma Bill Langue, científico de la WHOI. El fondo del océano es también el cementerio en el que descansan algunas de las alrededor de 1.500 víctimas mortales del ’Titanic’.
El mapa, señalan los autores, ayudará a los científicos a explorar el área y a protegerla como un sitio arqueológico. De hecho, la expedición ha sido financiada por la controvertida empresa RMTS Titanic, muy criticada por algunos oceanógrafos por rescatar miles de objetos del barco. La compañía ha cambiado de estrategia y en los últimos años ha desarrollado algunos proyectos de colaboración con científicos para intentar preservar los restos del barco.