El último informe de Fada da cuenta de que lo que costaba $ 1.000 en 2017, ahora vale $ 51.000. Natalia Ariño, economista de FADA habló en “DE UNA” y detalló todos los resultados del informe realizado en cuanto al gasto e inflación.
 
 
“El changómetro lo elaboramos todos los meses y hacemos esta medición en función de datos oficiales para ver cuánto dinero vamos necesitando adicionalmente mes a mes para comprar exactamente lo mismo que meses anteriores o incluso años anteriores. Tomamos como base diciembre de 2017”, contó.
 
El primer ejemplo que dio la economista fue que una compra de mil pesos  en diciembre de 2017 en el supermercado o almacén de alimentos y bebidas, en marzo de este año si hiciéramos la misma compra, hubiésemos gastado unos 51.645 pesos. “Es decir, que ese gasto se multiplicó por 51 en tan solo unos pocos años”, comentó.
 
Si comparamos salarios promedio, el salario del 2017 era casi de 30.000 pesos, en diciembre del año anterior, fue de 485.000 pesos.
 
“Si los ingresos promedios hubiesen tenido el mismo comportamiento que alimentos y bebidas, tendríamos que hablar de un millón de pesos para realizar compras y o salarios. Claro, si hacemos ese paralelismo, sería lo que tendría que haber aumentado nuestro sueldo para no haber perdido poder de compra, si se quiere, de estos productores de rubro”, explicó.
 
Ariño agregó que, si se analiza la pérdida de poder de compra de los consumidores argentinos en promedio, en el último dato que tenemos del INDEC de diciembre del 2023, y si lo comparamos con diciembre del 2017, “vemos que se ha perdido un poder de compra del 37% en términos generales, lo cual seguramente se agudizó en enero y en febrero de este año. Esto no es un dato no menor”, afirmó.
 
El informe también describe la misma medición, pero en ropa. Las mismas han aumentado un 42 veces su valor, tomando en cuenta el mismo tiempo de referencia, como así también en restaurantes y hoteles, el aumento fue de 45 veces más.
 
“Vemos que hay una diferencia en la evolución de los precios en los últimos seis años entre alimentos y la ropa de calzado. Porque, por ejemplo, en diciembre del 2017 hacía una compra por mil pesos, comprabas una remera por mil pesos. Hoy, en marzo, ese mismo buzo costaba aproximadamente unos 42 mil pesos. Y entonces, a comparación de alimentos, se ha ampliado la diferencia”, describió.
 
Ariño afirmó que el consumo ya no es el mismo que era antes, dijo que ha caído porque el poder de compra no es la misma, entonces los precios empiezan a desacelerarse y a bajar.
 
“En el caso de hoteles y restaurantes, vemos que queda entre vestimentas y alimentos, pero de igual forma ha sido una evolución de los precios muy grande, 45 veces lo que costaba ir a cenar o a ocasionar, por ejemplo, una noche, con respecto a diciembre del 2017”, explicó.
 
 
 
 
 
Informe16