Jose Luis Domenech Navarro tiene 67 años y a los 14 años ingresó a un taller de Orfebrería en Salta, su ciudad natal, donde aprendió el oficio. “Conocí este oficio porque mi padre no sabía cómo sosegarme, era muy rebelde. Por esto, habló con un señor en una muestra pública a quien le contó de su hijo y este le dijo que lo enviara a su taller. Cuando me vio las manos dijo que eran de orfebre”, recordó. 

Este salteño, hace unos años se radicó en Córdoba capital y luego emigró por unos meses a Uruguay. 

Además de su arte, su inquietud natural lo llevó a investigar técnicas milenarias del mundo que le abrieron el horizonte de posibilidades plásticas y estéticas. En el año 2012 la Secretaría de Cultura de Salta lo distinguió como Patrimonio Cultural Vivo.
 
Entre las técnicas de la orfebrería mencionó “el batido del metal”, la cual está desapareciendo y era practicada por la cultura gitana. “Es milenaria y apasionante”, añadió.

Por otra parte, explicó el proceso necesario para realizar una cafetera de cobre. Se trabaja sobre una lámina de cobre de 1,5 milímetros de espesor, en este marco se corta un disco de 20 centímetros de diámetro y comienza a martillar en espiral, desde un círculo pequeño que se traza en el centro donde será la base. Luego se lleva al fuego, deja enfriar y la pieza queda maleable, proceso que se repite cerca de 12 veces. En este marco, se repite la técnica de martillado y la lámina se va cerrando, levantando de a poco y tomando profundidad. 

Por último sostuvo que pone todo de sí para realizar el mejor trabajo, lo que le gusta a la gente y que esto le permite evadir los problemas que pueda tener porque cada martillazo en el cobre es música para él.