Los perezosos son animales fáciles de distinguir más allá de sus características físicas. Hay seis especies que se dividen en dos familias: Megalonychidae (perezosos de dos dedos) y Bradypodidae (de tres dedos). Todos ellos destacan por la lentitud con la que se mueven, trepan árboles e incluso se alimentan, indica la Enciclopedia Britannica, una plataforma de datos centrada en la educación.
Específicamente, los perezosos de tres dedos se trasladan a una velocidad de 7 centímetros por segundo. Mientras que los de dos dedos son un poco más rápidos, informa la Asociación Panamericana para la Conservación (APPC), una organización sin fines de lucro dedicada a la conservación de la vida silvestre,
Sin embargo, esta capacidad de moverse a tan poca velocidad guarda relación con su forma de vida. Conoce de qué se trata.
¿Por qué son tan lentos los perezosos?
La respuesta tiene una explicación científica. La lentitud de estos animales se debe a adaptaciones en relación a su alimentación. Según explica la enciclopedia, esta especie de mamífero tiene una dieta que está basada en hojas, las cuales tienen muy pocas calorías y son pobres en nutrientes.
Debido a esto, su forma de vida arbórea y sus movimientos tan lentos favorecen su metabolismo lento y les permite conservar y ahorrar energía.
Tal como informa un artículo publicado por National Geographic, “el cuerpo de un perezoso puede tardar semanas en procesar algo que otro animal podría digerir en cuestión de horas”.
Además, tienen una fisiología heterotérmica, lo que significa que no poseen un control perfecto de su temperatura corporal, ya que esta puede rondar entre los 25 y los 35 grados Celsius, pero también puede descender hasta los 20 grados, temperatura a la cual los animales entran en un estado de letargo.
¿La lentitud de los perezosos los beneficia o los perjudica?
El pausado andar de estos animales tiene aspectos positivos y negativos. El lado bueno de esto es que, tal como indica Britannica, al moverse despacio, no atraen la atención de sus depredadores.
Sumado a eso, algunos poseen un pelaje verde generado por la coloración de las algas, lo cual también les ayuda a camuflarse entre las hojas.
No obstante, su lentitud los pone en riesgo al cruzar las calles, señala la Appc. Esto se debe a que estos adorables animales pueden tardar hasta 5 minutos en atravesarlas. De hecho, destaca la asociación panameña, esto refleja la importancia de no fragmentar su hábitat.
National Geographic