El obispo Adolfo Uriona, dialogó con Lv16 y señaló que "Mamá Antula realmente rompió los moldes en una época donde la mujer no era tan valorada".

Además, recordó que asistió a la beatificación producida en Santiago del Estero, cuando era obispo en aquella provincia, y destacó su devoción y entrega por el otro.

"Ella era poco conocida, hasta que fue aprobado el milagro para la beatificación. Tenemos que meternos más en su vida, porque vale la pena", expresó.

Uriona comentó que la Beata María Antonia de Paz y Figueroa, conocida como Mamá Antula, "era una santiagueña que nació en 1730 y nos enamoró. Cuando los jesuitas fueron expulsados ella tomó la posta y comenzó a predicar los retiros ignacianos y fue por todos lados. Llegó caminando a Tucumán, a varios lugares de Santiago, a Córdoba y finalmente a Buenos Aires y Montevideo".

"En Buenos Aires tuvo algunos percances, porque cuando se unió a los jesuitas se vistió con un hábito largo y la empezaron a pelear como loca y se tuvo que refugiar en una parroquia, allí poco a poco fue ganándose la gente y construyó uno de los edificios más antiguos de la ciudad: la Santa Casa de Ejercicios", continuó.

Destacó el peso histórico de Mama Antula en los sucesos independentistas de la Argentina. Añadió que "es considerada una Madre de la Patria, porque de ejercicios espirituales que realizaba participaron varios próceres de la independencia, como Manuel Belgrano y Azcuénaga".

Por otro lado, el Monseñor aseguró que la causa de la canonización es una cura sin explicación médica a la hermana Rosa Vanina, del instituto de las Hijas del Divino Salvador.

La religiosa padecía una colecistitis aguda, con todos los síntomas del shock séptico, un cuadro mortal en aquella época. No obstante, la hermana Rosa se recuperó rápidamente, en una prueba que según el Vaticano demostró ser un milagro.

"Este milagro que se le atribuye es relativamente reciente,  yo no lo conocía, pude leer algo en un medio nacional, porque la periodista Nunzia Locatelli escribió un artículo", explicó.

Agregó que "la Comisión de Médicos, la Comisión de Teólogos y la del Pueblo Cardinales, determinaron que no hay explicación natural para que se dé y por eso el Papa lo aprobó".