La fábrica alemana de instrumentos musicales Höfner inició una búsqueda muy importante: encontrar el histórico bajo original que usó Paul McCartney con los Beatles. Es considerado como uno de objetos más emblemáticos de la historia.

Según informaron los medios británicos, bajo el título “The Lost Bass Project”, el fabricante solicita información para dar con el instrumento que McCartney compró en la ciudad alemana de Hamburgo en 1961 por 30 libras (34,8 euros), pero se dio por perdido años después.

Nick Wass, que trabajó varios años como gerente de mercadotecnia de Höfner, dirige este proyecto de búsqueda para intentar resolver el “mayor misterio de la historia del rock and roll”, destacó la BBC. Wass contó que Paul le preguntó hace poco por este instrumento y así comenzó la campaña para encontrarlo. No hay mucha información sobre el histórico bajo, pero se cree que fue guardado después de que los Beatles terminaron de filmar “Get Back” en 1969.

Desde el Top Ten Club de Hamburgo en 1961 hasta las primeras grabaciones en los estudios londinenses de Abbey Road, el bajo fue utilizado entre 1961 a 1963 y se escucha en canciones como “Love Me Do” y “She Loves You”.

El día que Paul McCartney compró su histórico bajo

En 1961, Stuart Sutcliffe, por entonces bajista, abandonó el grupo y McCartney cambió su rol de guitarrista al de bajista. Al recibir el bajo de Sutcliffe, Paul descubrió que el instrumento estaba diseñado para un diestro.

Cuando la banda se fue a tocar a Alemania, paseando por Hamburgo, el músico descubrió el bajo Höfner 500/1, que además de tener el cuerpo de un violín, era simétrico, por lo que era perfecto para un zurdo. Por aquellos días, la banda de Liverpool no contaba con un gran presupuesto. Gracias a Paul, Höfner ganó muchos seguidores y se volvió una marca referente.

Sutcliffe murió en abril de 1962, a causa de una hemorragia cerebral, luego de sufrir fuertes dolores de cabeza durante varios meses, aparentemente como consecuencia de un golpe que sufrió tiempo atrás en manos de una patota, a la salida de una actuación junto a los Beatles.

El sastre de los Beatles sigue siendo su fan a los 73 años

Fue compañero de Lennon en la Escuela de Bellas Artes. Ambos formaron una fuerte amistad. Aunque no tenía aptitudes musicales, se destacó en la pintura, Stu compró un bajo y se integró a la banda, a pedido de John.

En uno de los viajes de Los Beatles a Hamburgo, antes del éxito, Stu se enamoró de Astrid Kirchherr, una fotógrafa responsable del peinado de la banda, que murió el mes pasado. Abandonó el grupo y se quedó a vivir en la ciudad alemana junto a su novia. Paul McCartney pasó a tocar el bajo.


TN