La mayoría de los tigres tienen un pelaje anaranjado o leonado y un patrón de rayas que puede variar desde tonos marrones oscuros hasta el negro. De acuerdo con la enciclopedia de la vida, el patrón y cantidad de rayas dispersas en su cuerpo puede variar según el sexo del animal, siendo los tigres hembra quienes menor cantidad de rayas tienen.
En total, EOL indica que cada tigre suele tener menos de 100 rayas en su cuerpo y conforman un patrón único e irrepetible en la naturaleza. Por lo tanto, son un signo de distinción entre ejemplares y puede ayudar a identificar a cada uno de ellos cuando no están dispersos en solitario. Las rayas del tigre funcionan al igual que las huellas dactilares de las personas, argumenta la enciclopedia.
Sin embargo, es difícil registrar al animal por la composición de sus rayas. Por lo que la función principal de su pelaje radica en la posibilidad del animal de camuflarse y pasar desapercibido a la hora de cazar o ser cazado. El modelaje de sus rayas se encuentra en la piel, no es una distinción que nace de su pelaje. De tal modo que, si el animal es afeitado, sus rayas aún pueden ser distinguidas en su cuero.
La explicación de Alan Turing sobre el patrón de rayas en los tigres
En la década de 1950, el matemático y padre de la inteligencia artificial Alan Turing promulgó una teoría acerca de cómo se forman los patrones en la naturaleza. El precursor de la informática moderna presentó la idea de que “los patrones repetitivos regulares en los sistemas biológicos son generados por un par de morfógenos que trabajan juntos como un 'activador' e 'inhibidor'”, indica un artículo publicado por Science Daily (SD según sus siglas en inglés), web dedicada a divulgar descubrimientos en ciencia, salud y tecnología.
Hacia febrero de 2012, el estudio “Formación de rayas periódicas por un mecanismo de Turing que opera en las zonas de crecimiento en el paladar de los mamíferos”, publicado por la revista científica Nature junto a la King’s College de Londres (KCL), una universidad pública del Reino Unido, puso a prueba la teoría de Turing para respaldarla y demostrar que el químico a cargo de controlar estos patrones biológicos puede usarse a futuro en medicina regenerativa para diferenciar las células madres en otros tejidos y regenerar su estructura.
Dicen los investigadores del estudio que los morfógenos son el químico que causa las rayas del tigre, así como otros patrones de pelaje y colores que se presentan en otros animales. En este caso, los investigadores estudiaron el desarrollo de las crestas espaciadas regularmente que se encuentran en el techo de la boca en ratones. El equipo identificó que los morfógenos influyen en la región en donde se compone el patrón natural, así como las áreas que no.
Tal como indica Nature, este producto químico activa e inhibe la producción del patrón como si se tratara del sistema binario de 1 y 0 el cual Turing también aplicó en sus desarrollos matemáticos. “Cuando la actividad de estos morfógenos aumenta o disminuye, el patrón de las crestas (en el caso del estudio con ratones) se ve afectado de la manera predicha por las ecuaciones de Turing”, argumentan los investigadores en el intento de validar una teoría promulgada hace casi siete décadas.