El ingeniero Esteban Frola, de INTA Manfredi, brindó detalles a Valor Agregado sobre esta metodología. “Ojalá cuando esto se regule en Argentina, podamos hacer un montón de aplicaciones periurbanas. El avión está muy limitado hoy por un problema de las leyes que hay y las normativas. Hay muchas distancias y está muy restringido. En cambio el drone puede llegar a ser una posibilidad porque la gente no tiene ese rechazo como tiene con el avión”, comenzó señalando Frola.
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Además agregó que el rechazo que se tiene con el avión es algo infundado. “El drone es complementario, tiene la capacidad de maniobrabilidad que no la tiene ninguna otra herramienta y se independiza el suelo. Eso es lo que uno tiene que pensar. Independientemente de lo que tenga abajo, si está inundado o si queres hacer arroz, por ejemplo, que lo tenés que hacer sí o sí con avión. Podés hacer un lote de horticultura, riegan el suelo húmedo y después ponen el preemergente”.
¿Quiénes podrán aplicarlo?
“En Argentina será para nichos, semilleros, producciones intensivas, aplicaciones periurbanas, aplicaciones en la sierras para cambiar la oferta forrajera y también para siembra en la sierras. Se podrá usar en distribución de fertilizantes. Es para parcelas chicas, hasta donde se pueda llegar con una carga de 60 kilos. En fertilización tiene muy bajo rendimiento.
¿Por qué?
Porque el fertilizante es pesado para que sea uniforme, es como cuando fertilizas con avión, lo mismo, pero el avión lo que pasa es que desarrolla 220, 230 kilómetros por hora. Es una herramienta que es un complemento.
Costos
Frola especificó que “hoy una máquina terrestre está entre 5 y 7 dólares por hectárea, un avión está entre 10, 12, 13 dólares por hectárea y esto (drones) arranca de 40 dólares para arriba, depende de lo que vayas a hacer. Es por eso que no es competitivo en el llano. Puede serlo en Mendoza, en San Juan, en cultivo intensivo, en cultivo en pendiente, donde la aplicación es mucho más cara porque necesitan más mano de obra, porque va una persona con mochila, sin embargo, esta es la tecnología que se viene”.