Stirling Falls, en Nueva Zelanda, es una vista maravillosa de un país maravilloso. Ubicada en Milford Sound, es una cascada que cae 150 metros para aterrizar directamente en el océano. Cuando las condiciones son las adecuadas, el agua que cae del cielo impacta directamente sobre las rocas de la base del acantilado y rebota hacia afuera, creando una maravillosa exhibición de patrones y texturas.

La única forma de llegar a las cataratas es en barco, y eso crea una serie de desafíos importantes para la fotografía. El primero es que tienes una cantidad de tiempo muy limitada para disparar. Debido al horario de cruceros en Milford Sound, los barcos permanecen en las cataratas solo de 3 a 5 minutos. "Esto significa que debes configurar tu cámara por completo y estar totalmente listo para disparar cuando las cataratas estén a la vista, lo que significa realizar exposiciones de prueba y obtener la configuración perfecta antes de llegar a estas", explica Joshua Cripps, el autor de esta imagen. "¿Cómo saber qué ajustes son los correctos? Simple: ensayo y error".
"De hecho Visité Stirling Falls en bote varias veces antes de descubrir la combinación correcta de configuraciones que me permitirían capturar el movimiento del agua que cae, manteniendo los detalles en los patrones en el océano. El segundo desafío principal es que debes disparar desde un bote en movimiento. No puedes usar un trípode para hacer una exposición prolongada o perfeccionar tu composición". 

"Y el desafío final es lidiar con el rocío de la cascada. Cada pocos disparos tienes que limpiar el frente de tu lente o tu imagen será un desastre. Finalmente, después de visitar las cataratas varias veces durante un período de seis años, todo se juntó para mí en una visita reciente y pude crear esta imagen".

Fotografía galardonada con el segundo premio en la categoría: Landscapes de la competición Nature Photographer of the year 2020