Este 21 de mayo se celebra el Día Internacional del Té. Además, este año, Argentina celebra el centenario de la introducción del té.
Las semillas del té o "camelia sinensis" ingresaron al país en 1923 de la mano del sacerdote ucraniano Tijón Hnatiuk que se asentó en la provincia de Misiones.
Las hojas del té se utilizan desde hace miles de años en China como infusión. La bebida ganó popularidad en la India y Japón siglos después. En el siglo XVII, Occidente comenzó a importar té y terminó de popularizar la infusión a nivel global.
Actualmente, Argentina es el 9° productor mundial de té y el principal del continente americano. Con un volumen de exportación del 92 %, la producción del té se concentra en esta provincia y representa el 2 % del volumen global de producción.
Además, el 60 % de la producción tealera argentina cuenta con certificaciones internacionales.
El “té argentino” comenzó a perfeccionarse a finales de la década del 50 y en respuesta a la demanda de los productores. El INTA comenzó los trabajos de mejoramiento utilizando la metodología de selección clonal.
Actualmente, se buscan materiales que tengan características destacables para calidad y, debido a las consecuencias del cambio climático se trabaja en la caracterización de distintos materiales por su comportamiento a situaciones de estrés hídrico.
Con más de 65 años de trabajo, el programa de mejoramiento genético logró la obtención de 24 cultivares que se encuentran inscriptos en el Instituto Nacional de Semillas -INASE- y un banco de germoplasma con más de 200 materiales genéticos.
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