Mariposa cósmica

Las estrellas mueren entre grandes explosiones. Las que tienen masas similares a la de nuestro Sol se convierten en enanas blancas, pero en el proceso forman nebulosas con maravillosas simetrías y colores, como la que aquí se muestra, denominada M2-9 o Nebulosa de la Mariposa. Situada a 2.100 años luz de distancia, tiene en su centro una pareja de estrellas que orbitan dentro de un disco de gas cuyo tamaño es diez veces mayor que la órbita de Plutón. Al morir una de las dos, sus explosiones hacen que el material del disco se eyecte al espacio creando esta bellísima nebulosa bipolar.



Colisión galáctica

Situada a 250 millones de años luz en la constelación de Serpens, la gran galaxia Arp 220 brilla intensamente, como un faro cósmico, en el centro de un océano de galaxias, Esta galaxia es, de hecho, el resultado de una colisión de dos espirales que sucedió hace 700 millones de años. La colisión provocó un descomunal estallido de formación estelar que fue seguido por la explosión de múltiples supernovas. El brillo de Arp 220 es particularmente intenso en el infrarrojo y por eso sobresale en las observaciones del telescopio Webb que captan este tipo de radiación.


Urano infrarrojo

Esta imagen tomada en el infrarrojo cercano nos revela un Urano insólito. Recordemos que este es el único planeta que tiene su eje inclinado con un ángulo de 90 grados respecto del plano del sistema solar, por eso el casquete polar aparece como la zona brillante que mira hacia el Sol. Dos nubes enormes también destacan por su intenso brillo. El sistema de anillos se muestra en todo detalle; el más interno de ellos, Z, está tan solo a 12 000 kilómetros sobre las nubes.

Semiéxito explosivo

El 20 de abril, se lanzó desde Boca Chica (Texas, EE.UU.) el cohete Starship de la empresa Space X. Era un test que tenía por objetivo probar el cohete más grande y potente de la historia. Cuando todavía podía divisarse desde Tierra, se produjo una espectacular explosión que creó una gran bola de fuego. Aunque la nave que iba alojada en el cohete debía regresar a la Tierra para realizar un aterrizaje controlado, el test fue considerado como un éxito parcial por el magnate Elon Musk, propietario de Space X. Y es que los tests con vehículos no tripulados tienen por objetivo verificar qué puede fallar en un lanzamiento ulterior con pasajeros a bordo.  

 

El Mundo