El Festival de Coachella 2023 se realizó en la ciudad de Indio, en California, con un lleno absoluto que confirma su liderazgo como referencia de la música internacional y como un semillero de moda y de las últimas tendencias.
Emulando el estilo del reguetonero Bad Bunny y la moda “Motomami” de la española Rosalía en sus atuendos, más de 120.000 personas se desplazaron al Valle de Coachella, en el Desierto de Colorado, para vivir la experiencia de asistir al evento musical más importante de Estados Unidos. Bad Bunny impactó con un traje puffer multicolor y su ya clásico peinado de trenzas. Debajo, no llevó nada, solo collares.
Rosalía, por su parte, usó un vestido rosado con transparencias y volados con leggings negras de vinilo debajo.
Los looks del público
Ropa de cuero, lentejuelas, botas y sombreros texanos, pantalones cortos y blusas tejidas al crochet de aire setentero predominaron entre los jóvenes que se reunieron para ver en su primera jornada a artistas como el propio Bad Bunny, Blondie, Becky G y The Chemical Brothers.
Pero ante la imposibilidad de abarcar la oferta de más de cincuenta conciertos programados para el viernes, algunos de los asistentes aprovecharon las alternativas de descanso del evento como salones de belleza, clases de yoga, carpas de videojuegos, e incluso terapia psicológica.
El festival recibe al público más preparado, algunos anticiparon su llegada desde enero que salieron a la venta los boletos, pero también a los más improvisados que decidieron en el último momento llegar al encuentro musical.
Para no perderse en el mar de gente, los asistentes en grupos utilizaban recursos para identificarse, como juguetes inflables de plátano, guitarra o abanicos enormes que levantaban como referencia para reencontrarse con sus amigos y que se mezclaban entre las extravagancias de las vestimentas más arriesgadas.
El que en otros momentos es un club de polo, ahora se convirtió en el lugar perfecto para las “selfies”. La tradicional torre cromática y la noria del festival fueron los escenarios más fotografiados del día.
Además, este año el clima dio tregua a los asistentes, ya que las temperaturas -que suelen ser insoportables- no pasaron de los 30ºC, permitiendo que el glamour de los exóticos maquillajes no se vieran tan mermados durante la jornada.