La política en el país está viviendo su momento más álgido en lo que va del año. Las posibles candidaturas, los políticos que quieren ser y no les dan los números, los que quieren intentar y no se animan, los que tienen estructuras y no pueden; y los que juegan como si fueran ajedrecistas esperando ver como mueve el otro y, después, planificar su jugada.
En 1997 se dio un hecho histórico: por primera vez una maquina (Deep blue) le ganó una partida de ajedrez a un ser humano, Garri Kasparov. Tras ese encuentro histórico la mente brillante soviética dijo: “No les temas a las máquinas inteligentes, trabajen con ellas”.
Esa frase se puede adaptar tranquilamente a la estrategia que está aplicando Sergio Massa para llegar a ser candidato, pero se podría reformular: “No le temas a los Kirchneristas, trabaja con ellos”.
Massa, desde sus orígenes políticos en Tigre, sabe que solo no le alcanza, pero con todos adentro no se puede. Hasta lo vivencia todos los días con el gobierno de uno de sus aliados históricos, Alberto Fernández.
También sabe Massa que no tiene una estructura política que le garantice territorio, si o si va a tener que negociar con Axel Kicilof, para sumar a provincia de Buenos Aires a su carrera presidencial.
Con Cristina Fernández de Kirchner fuera de toda posibilidad de ser candidata a presidenta, el Frente de Todos sabe que no tiene candidatos potables y con experiencia. Massa hoy les asegura experiencia, trabajo con el “Círculo Rojo” (lo que está haciendo ahora), cintura política; pero no les da confianza.
El kirchnerismo duro hoy no confía en Massa, no lo ve peronista, no lo siente militante.
El actual “Súper Ministro” de Economía sabe que se juega en su rol ejecutivo una de sus últimas chances para ocupar el sillón de Rivadavia. El plan es: aumentar su caudal de votantes, arreglar para que el kirchnerismo se encolumne detrás de él y tratar de buscar una imposible (o no tanto): que el peronismo no kirchnerista también se sume a su espacio.
¿Sería potable?: hoy no. ¿Sería posible?, en política todo es posible, más si hablamos de dos grandes socios. Hay que remontarse a dos procesos electorales atrás donde Massa, Alberto Fernández, De la Sota y Schiaretti fueron socios para tratar de lograr el famoso “espacio del medio”.
Un detalle no menor es que el “Círculo rojo” económico del país no ve con malos ojos una posible fórmula Massa-Schiaretti. Esa fórmula les garantiza que el kirchnerismo no tendrá el poder de otrora, son dos personas que saben mucho de economía y pueden validarlo con gestión.
Hoy el desafío es conseguir dólares y llegar a la etapa de decisiones con chances reales, después todo en política se termina arreglando. El ex presidente de Tigre se dio cuenta que sus chances son “desde adentro” del espacio, los necesita, pero no pueden tener poder, sino no lo dejarían gobernar. Claramente tiene que escarbar y hacer el famoso “Espacio del centro” que lleve tranquilidad al ciudadano, que pueda arreglar con todos los sectores y tenga a raya a la oposición: todo eso Massa lo puede hacer, pero le falta algo fundamental: votantes propios y eso se los da el kirchnerismo.
El desafío de Massa será el mismo de Kasparov en el 97, jugar inteligentemente, no cometer errores involuntarios políticos, convencer a los otros espacios que es posible, pero fundamentalmente llevar adelante la partida sin Cristina Fernández de Kirchner, jugar sin Reina.
Marcelo Meloni
Director Medio Grupo Apolo