El caso Lucio Dupuy  es un símbolo de tantos otros casos, que se esconden a puertas adentro o andan pidiendo auxilio en silencio con cuerpitos maltrechos y miradas vacías.

Tras conocerse el veredicto del Tribunal de Santa Rosa,  los fiscales Verónica Ferrero, Walter Martos y Marcos Sacco apelarán hoy  el fallo para solicitar que la madre de la víctima de 5 años también sea condenada por el delito de abuso sexual, ya que en este punto fue absuelta por los jueces.

El mismo pedido realizará Mario José Aguerrido, el abogado de la familia de Lucio Dupuy,  incluyendo una vez más la argumentación del "odio de género" como un agravante del homicidio.

La defensa por su parte, pedirá para Abigail Páez el delito de "homicidio preterintencional", considerando que le pegó al niño, pero que "lo mató sin tener intención".  También que se absuelva del delito de abuso sexual, amparados en el beneficio de la duda.

El año pasado hice una columna con el Dr. Mario Aguerrido, que se llamaba “el Silencio de los inocentes”.

El tiempo pasó,  Los Lucios siguen existiendo y se multiplican aunque nunca nos enteremos mediáticamente. Los Lucios mueren, crecen, repiten historias, o intentan coexistir con el horror de su historia personal. 

Una vida signada por los miedos, los golpes, las violaciones, el abandono, la falta de amor. Una Infancia robada por la locura demencial de sus cuidadores y la falta de auxilio temprano.

Infancia y adolescencia robada, usada incluso para el consumo morboso y enfermo de pedófilos y pornógrafos.

A veces se dá la tormenta perfecta: Un hogar infierno, una sociedad indiferente, una  justicia, auxiliares de justicia, (dentro de los que se incluye a los abogados)  que aún creen que  los hijos e hijas son una propiedad de padres y madres por el solo hecho biológico. 

Me pregunto cuántos Lucios de diversos géneros pasan a nuestro lado diariamente?

Hoy hablamos con el  Dr. Marcelo Molina  que fue mucho tiempo Juez de familia en Rosario, y es actualmente Juez de la Cámara de Apelación en lo Civil y Comercial de Rosario, ex juez del Tribunal Colegiado de Familia N° 5 de Rosario (2007-2017), director Académico de la Cátedra Internacional de Infancia y Adolescencia «James Grant» dependiente del Rectorado de la Universidad Nacional de Rosario, profesor estable del Posgrado de «Abogado Especialista en Derecho de Familia» de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Rosario, profesor de la Maestría en Salud Mental del Instituto Universitario Italiano de Rosario y responsable del Proyecto Pedagógico «El Tiempito», con su modo de ejercer la justicia hizo escuela  en la Argentina.

Sus libros y las obras de teatro que lleva por distintas geografías con un elenco integrado por Jueces, Secretarios, Auxiliares, se constituyeron en parámetros acerca de cómo defender los derechos de los niños y adolescentes, como escucharlos,  y como resolver sin prejuicios de géneros lo mejor para transitar lo que en suerte les tocó vivir.