La Municipalidad de Córdoba analiza proponer, mediante ordenanza, un plan de adecuación en materia de seguridad para los edificios más antiguos, los cuales fueron construidos fuera de norma o existían antes de que las normas se sancionaran. Con la nueva ordenanza, la pretensión es que el control de la seguridad en los edificios quede en manos del municipio, sin intervención de Bomberos.

“Si la ley no tiene una bisagra que le permita al que está desde antes adecuarse, tenemos que buscarle la vuelta”, consideró Mariano de Juan, secretario de Desarrollo Urbano del municipio. “Estamos dispuestos a considerar una ordenanza, lo lógico es que sea el municipio y no Bomberos el que otorgue los certificados de habilitación, porque es el municipio el que controla”, agregó.

Los dichos de De Juan encierran dos definiciones. Primero, que el municipio recogió el pedido de la Cámara de la Propiedad Horizontal, que solicitó que la legislación considere los casos en los que técnicamente es imposible cumplir con las adecuaciones que solicita Bomberos. Segundo, que el municipio está dispuesto a quitarle también a los Bomberos de la Provincia –que dependen de la Policía provincial, que depende del Ministerio de Seguridad– el control en las propiedades horizontales. Ya con la implementación de la ventanilla única, les quitó la intervención a Bomberos en todos los locales comerciales, a excepción de los lugares públicos (shoppings, teatros) y actividades riesgosas, como estaciones de servicio o depósitos de pirotecnia.

La entidad que nuclea a los administradores de edificios organizó un debate antes de las elecciones legislativas, con la intención de pedirle a los candidatos la modificación de la ley nacional de Seguridad e Higiene. El problema da vueltas en un círculo vicioso: Bomberos les niega la habilitación argumentando que los edificios no cumplen con la ley, los vecinos se niegan a invertir para mejorar las condiciones de seguridad porque nunca van a alcanzar la famosa habilitación y, en tanto, los inspectores municipales multan porque no está el ok de Bomberos. La exigencia más habitual es que la escalera esté en una caja y no que se “interne” en los espacios comunes y que tengan una reserva de agua, aunque muchos se quejan también porque siempre les piden cosas nuevas.

“Es de locos perseguirnos por no tener cosas que no se pueden tener”, cuestionó Raúl Viqueira, administrador de decenas de edificios. La idea es acordar un plan de cumplimiento gradual, como se hizo con los ascensores.(la voz.com)