Los efectos de la música sobre nuestras emociones, radican en que ésta es capaz de activar los centros neuronales del placer. Nuestros sentidos nos retrotraen a momentos de la vida que no recordábamos  y que no obstante,  se mantienen en algún rincón de nuestra memoria. 

Cada quien con su mayor sentido. En mi caso la música, es inmensamente poderosa. A veces la convoco y a veces la evito, porque me arrastra a momentos muy fuertes de mi existencia. Valga como ejemplo, el adiós de Serrat que comenzó en Nueva York el 27 de abril de 2022 y finalizará en el Palau Sant Jordi de Barcelona el 23 de diciembre próximo.

Para muchos de los que crecimos con la música del Nano, es imposible separar historias vividas de sus letras. Por eso,  cuando decimos Serrat, no nos referimos sólo a un cantante. Por el contrario, decimos momentos, amores, desamores, política, medio ambiente, niñez, pueblos natales, adolescencia , primeros amores, suerte y mala suerte, del ruido de un disco al caer, y la plataforma de streaming, de los laberintos de nuestra emociones y la de varias generaciones.

Y así como el Nano cala hondo en las vivencias de muchos,   la música es un elemento fundamental en las canchas y “…Argentina tiene un himno contra sus fantasmas “….dice el título de artículo del País de España: “Muchachos, ahora nos volvimos a ilusionar”.
 Los argentinos han revivido en este tema,  una canción de la Mosca de 2003, cuya letra fue reescrita por un catequista de provincia de Buenos Aires. “Muchachos, esta noche me emborracho”, fue uno de los últimos éxitos de La Mosca Tsé-Tsé, una banda que definió todo una época nacional.

En Argentina, un país cabalero con mucha pasión futbolera,  el himno elegido espontáneamente para esta Copa del Mundo grita fuerte…“Quiero ganar la tercera, quiero ser campeón mundial”.

La letra la inventó Fernando Romero, un catequista de 30 años, profesor en un colegio religioso, y fanático de Racing de Avellaneda. 
La canción que se escucha en cada plaza, en el estadio y en las calles, cuenta con millones de reproducciones en las plataformas digitales, y mucho más desde que  Messi, la reconoció en una entrevista como su canción favorita de este Mundial. La Mosca, que no graba desde 2008, se reunió para lanzar una versión oficial que logró ser uno de los videos más vistos de Youtube.

Romero, no está en Qatar aunque le ofrecieron llevarlo, pero él dice que  nunca estuvo a favor de que se haga una campaña en ese sentido….” Creo que hay un montón de cosas para encargarse antes como país, que  llevarme a mí a Qatar. …”…” Quería hacer un tema que deje de lado esa comparación y competencia constante que hubo durante tanto tiempo entre Messi y Maradona. Los dos son nuestros”, expuso Romero.

Fernando Romero  y un grupo de amigos la cantaron ante un móvil de televisión durante un partido de las eliminatorias. Los jugadores de la selección la adoptaron en Londres tras vencer a Italia en “La Finalísima”, en junio pasado y al presente es la canción más entonada del mundial. 

La cantan los argentinos en todas las ciudades del país, pero también en los mercados de Doha, en las plazas argentinas, en el centro de New York, en la Casa de la Ópera de Sídney, en las calles de Nápoles, en el Arco de Triunfo de Barcelona y en el de París. 

Los argentinos han hecho escuela adaptando canciones populares para la tribuna, como el caso de “Brasil, decime qué se siente”, cantada sobre Bad Moon Rising de Creedence Clearwater Revival, que fue la bandera del Mundial 2014, o “ el Dale alegría a mi corazón” de Fito Páez, entonada fundamentalmente por los hinchas de Boca.

Música y emoción. Una combinación poderosa.

Redacción: Mabel Sánchez