El gen MYC es un gen clave en el desarrollo del cáncer y está implicado en múltiples tumores, como el de mama y próstata. Pero parece que ya tiene quien le pare.
Un grupo de investigadores españoles ha descubierto que un fármaco que se dirige a este gen clave. Dicho medicamento ha sido capaz por primera vez de inhibir la función de este gen en un ensayo clínico de fase I. Hasta ahora, ningún otro fármaco había sido capaz de lograrlo de forma segura y eficaz.
Al presentar los resultados preliminares del ensayo en el 34º Simposio EORTC-NCI-AACR sobre dianas moleculares y terapia del cáncer en Barcelona, Elena Garralda, directora de la Unidad de Desarrollo Temprano de Fármacos del Instituto de Oncología Vall d'Hebron (VHIO) de Barcelona, «MYC es uno de los objetivos 'más buscados' en el cáncer porque desempeña un papel clave en la conducción y el mantenimiento de muchos cánceres humanos comunes, como el de mama, próstata, cáncer de pulmón y de ovario. Hasta la fecha, no se ha aprobado para uso clínico ningún fármaco que inhiba MYC».
Los científicos del VHIO desarrollaron una miniproteína llamada OMO-103 que puede entrar en las células y llegar al núcleo. En experimentos en el laboratorio y en ratones, demostraron que inhibió con éxito la capacidad de MYC para promover el crecimiento tumoral al bloquear la función de MYC de controlar el flujo de información de muchas mutaciones genéticas comunes que se encuentran en el cáncer.
A partir de abril de 2021, el equipo de Elena Garralda, en colaboración con investigadores de otros dos centros españoles, inscribió a 22 pacientes en un ensayo clínico de fase I para evaluar la seguridad de OMO-103 y ver si había signos tempranos de control del cáncer.
Los pacientes presentaban una variedad de tumores sólidos, incluidos cáncer de páncreas, intestino y pulmón de células no pequeñas. Todos habían sido ya fuertemente pretratados, y habían recibido entre tres y 13 tratamientos previamente.
Los investigadores tomaron biopsias de los tumores al comienzo del estudio y después de tres semanas de tratamiento para evaluar los niveles de actividad del gen MYC y otros indicadores biológicos del cáncer.
Para el 10 de octubre de 2022, ocho de los 12 pacientes que se sometieron a tomografías computerizadas después de nueve semanas presentaban una enfermedad estable y mostraban que el tratamiento había detenido el crecimiento del cáncer.
Todavía es muy pronto para evaluar la actividad del fármaco, pero estamos viendo la estabilización de la enfermedad en algunos pacientes
Elena Garralda VHIO
De estos, dos tenían cáncer de páncreas, tres tenían cáncer de colon, uno tenía cáncer de pulmón de células no pequeñas, uno tenía un sarcoma y otro tenía un cáncer de glándula salival.
«Todavía es muy pronto para evaluar la actividad del fármaco, pero estamos viendo la estabilización de la enfermedad en algunos pacientes», señala Garralda. Y añade que, «sorprendentemente, un paciente con cáncer de páncreas permaneció en el estudio durante más de seis meses, su tumor se redujo en un ocho por ciento y hubo una reducción en el ADN derivado del tumor que circula en el torrente sanguíneo. El paciente con un tumor de la glándula salival tiene una enfermedad estable y todavía está en el estudio después de 15 meses».
De similar opinión es Lawrence Young, Virólogo y Profesor de Molecular Oncología de la Universidad de Birmingham (Reino Unido). «Estos son resultados muy emocionantes, pero aún es pronto. Se requieren extensos ensayos clínicos para determinar si los efectos observados se pueden replicar en una cohorte más grande de cáncer pacientes».
El cáncer, advierte Young, es una enfermedad compleja y la mejor manera de atacar células tumorales es utilizar un «enfoque múltiple, por eso las terapias combinadas son las más efectivas».
Estos son resultados muy emocionantes, pero aún es pronto
Lawrence Young, Universidad de Birmingham
Para Garralda, «lo más emocionante es que los marcadores biológicos muestran que estamos apuntando a MYC con éxito. Además, los efectos secundarios adversos son en su mayoría leves, lo cual es importante cuando comenzamos a pensar en los próximos pasos y en combinar OMO-103 con quimioterapia u otras terapias».
Los efectos secundarios adversos más comunes relacionados con el tratamiento fueron unas reacciones leves a la infusión intravenosa, como escalofríos, fiebre, náuseas, sarpullido y presión arterial baja. Los niveles de dosis más altos se asociaron con más reacciones a la infusión, pero se pudieron tratar con facilidad. La inflamación del páncreas fue la única reacción limitante de la dosis, algo que ocurrió en un paciente.
Como conclusión, Garralda señala que «OMO-103 es el primer inhibidor de MYC en completar con éxito un ensayo clínico de fase I y estar listo para pasar a un ensayo de fase II».
ABC
Foto: HIH