La cosecha presiona sobre el mercado triguero local. Por su parte, la poca oferta impulsa al otro cereal.
Con mejores condiciones climáticas para la siembra de la gruesa y las etapas finales de la fina, con avance de la cosecha, los precios de los productos agrícolas están mostrando comportamiento dispar con poca referencia del mercado externo.
En Chicago, las cotizaciones, después del informe mensual del Usda, operaron con subas a partir de los datos que fueron alcistas por un incremento de los stocks finales menores de lo esperado por la compensación que se proyectó a partir del aumento en las variables de demanda.
Las proyecciones muestran que la producción de maíz y soja de Estados Unidos se balancean con un incremento de las exportaciones que sostiene los precios futuros frente al ritmo de venta conservador por parte de los productores que están recolectando la cosecha.
El contexto externo sólo está impactando en la soja, con precios disponibles que continúan firmes, arriba de 2000 pesos, y los futuros de la próxima cosecha a un paso de los 300 dólares.
El despegue está en el trigo y en el maíz, por los factores internos que tienen mayor influencia que el mercado internacional.
Los precios del trigo continúan con su camino descendente por el avance de la cosecha pero con disparidad en los valores según la oferta y la necesidad del comprador. Aquellos productores que están cosechando pueden obtener hasta 2500 pesos por negocios con entrega esta semana; mientras que los precios bajan hasta 2000/1800 pesos cuando el negocio es más diferido.
La demanda que convalida estos valores continúa siendo la molinería que habitualmente compra hasta 500.000 toneladas mensuales, con necesidad de recuperar stocks y realizar negocios cuando está la oferta y la competencia muestra poca actividad.
La exportación, por su parte, está realizando operaciones con compras que acumulan 795 mil toneladas pero sin solicitar ROE, con un registro abierto por 5 millones de toneladas que, ante una cosecha de 10 millones de toneladas, bajaría hasta los 4 millones de toneladas.
Son muchos los que pierden por las distorsiones que se crearon en el mercado de trigo y comienzan a replicarse en el maíz.
Sus precios continúan un camino ascendente por la poca oferta y la necesidad de la demanda, principalmente interna, que paga hasta 1.300 pesos por el producto con entrega inmediata.
El precio FOB del maíz argentino en niveles de 210 dólares construye una capacidad teórica de pago de la exportación de 164 dólares, muy por debajo de los precios en el mercado interno. Esta situación lleva a la ausencia de negocios al exterior, que reporten divisas país para recomponer las reservas que día tras días disminuyen.
Los productores deben aprovechar cuando los precios están altos para vender con alternativas de quedar dolarizados ante un nuevo aumento en el ritmo devaluatorio. La oportunidad del trigo se está diluyendo a medida que ingresa la cosecha; mientras que aparece el maíz, por la poca oferta, el retraso en las siembras y la menor proyección de producción.